El derbi calatravo entre Miguelturreño y Almagro cayó del lado encajero, después de un partido trabado, sin demasiadas ocasiones, que dejó a los churriegos últimos, a cuatro puntos de los rojillos y el Manchego. El choque se vivió con ansiedad por parte de los dos equipos y solo se resolvió gracias a un tanto de Rivero en el tramo final.
“Era un duelo directo, tres puntos muy importantes”, explica el entrenador del Miguelturreño, José Vicente, “lo hemos intentado de todas formas, hemos tenido ocasiones y apenas nos han creado, pero si no las metes y ellos sí, pues perdemos. Creo que tenemos que seguir trabajando igual, porque la lucha y la situación en el campo ha sido la adecuada, pero no la efectividad”.
Uno de las circunstancias que condicionaron el desarrollo del encuentro fue el estado del terreno de juego. “Está un poco irregular, ha habido muchas faltas, tensión por la situación de ambos equipos, comenta Rojas. Su colega almagreño, Chule cree que su equipo comenzó “intentado jugar al fútbol, con más gente por medio, pero no se podía. El campo estaba muy mal y al principio hemos sufrido más porque no se podía. Después hemos cambiado a más juego directo. En el partido ha habido muy pocas ocasiones y se iba a decidir, si es que se decidía, en una jugada a balón parado.”
El caso es que el choque dejó distintas sensaciones a los dos entrenadores. “Nos vamos con la sensación de no haber sido capaces de conseguir los tres puntos a pesar de haber hecho un buen trabajo. No queda otra que seguir trabajando para intentar sacar algo positivo en Tomelloso”, concluye Rojas. “El sabor es de satisfacción”, comenta Chule, que advierte de que “no podemos perder de vista lo que tenemos delante. El partido ha sido feo y tenemos que mejorar muchas cosas”.
El derbi supuso un balón de oxígeno para un Almagro que había cerrado los tres últimos encuentros con derrotas dolorosas. “Llevamos muy pocos puntos para lo que podíamos tener. Con Madridejos, con Almansa… perdimos por detalles y eso nos genera ansiedad”, considera Chule. Por su parte, el Reño ha encadenado cinco derrotas consecutivas y las cinco sin anotar un solo tanto. Sin duda, una situación preocupante para un equipo que se deja todo lo que tienen en el campo, pero al que le falta mucha dinamita.