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Entre olivos y viñas se vuelve a ser feliz

Controla Pedraza
“No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.”

Las derrotas tienen algo positivo, no son definitivas. Por suerte, este sábado, Valdepeñas vuelve a jugar un partido. Por suerte, porque hace una semana, el último lo dejó triste, destruido. Valdepeñas viene de sufrir. De padecer una de las tardes más intensas, más broncas que nunca vivió el Virgen de la Cabeza. De tener siempre pendiente que remontar el marcador. De que su falta de gol le condenara. De que a cada gol encajado le seguía un silencio cada vez mayor. De sufrir tres lesionados en un suspiro. Valdepeñas viene de indignarse. De marcar cuatro goles y perder 3-4. De soportar el esperpéntico episodio de la mopa. De ser desestabilizado por pequeñas decisiones que hicieron difícil centrarse en el balón. De que le faltasen al respeto. De que un portero vestido de blanco sobrepasara todos los límites razonables. Por eso, el Virgen de la Cabeza, acabó estallando como un furioso ogro enjaulado. A veces, el deporte es así de doloroso.

A Córdoba se le sale la historia a borbotones. Hay temporadas en las que huele a azahar, a incienso y a cera. Otras a jazmín y a clavel. Valdepeñas tendría que jugar allí, ante el Córdoba Futsal. Sería bonito, sobre todo para sus aficionados. Pero no va a ser así. Vista Alegre no está disponible. Se jugará en Montilla. 50 kilómetros más al sur. Montilla es como Córdoba, pero más pequeña. Montilla es blanca y tiene alma musulmana. Montilla huele a uva y almazara.

El ascenso de Córdoba a Segunda no fue casualidad, pero casi. Fue un ascenso administrativo. Finalizada la temporada pasada quedaron libres dos plazas en Segunda División. Jumilla renunció, Cerro Reyes no cumplió los requisitos de la LNFS. Nueve equipos aspiraron a ocuparlas. Los que perdieron el play off de ascenso y los subcampeones de los seis grupos de Segunda B. Por derecho deportivo Córdoba era el sexto. Pero la viabilidad económica también contaba, y mucho. Tanto, que ese fue el factor que acabó dando el ascenso al Córdoba. La solidaridad entre clubes de la ciudad fue fundamental. El fútbol ayudó al fútbol sala. Por la vía del patrocinio, el Córdoba CF iba a aportar el 70% del presupuesto del Córdoba Futsal. Y así fue.

La temporada del Córdoba FS es por lo menos sorprendente. En cuestión de un mes, ha pasado de perder los tres primeros partidos, a ganar los tres siguientes. Ha pasado a doblar el número de goles marcados y a reducir a la mitad los encajados. Ha pasado de ser avergonzado en casa por Burela, a no solo golear y ganar en pabellones complicados como los de Mengíbar y Noia, sino a convencer con su juego. Sus tres primeros partidos, seguramente, se deban a una mala adaptación a la categoría. En cualquier caso, el trabajo de los entrenamientos ha acabado dando resultados. Su fuerza está en una defensa intensa, en que apenas dudan, en que son muy incómodos de jugar. Exigen al rival máxima concentración. Mantener la categoría ha pasado de ser un objetivo a una obligación. Es más, la vista ya les alcanza a mirar de reojo al play off. Lo tienen a un punto.

Este partido se da un aire al de Mengíbar. Como si fuera su hermano mellizo. No son iguales, pero se parecen. Se parecen en el pabellón.

El municipal de Montilla es pequeño, con pista de goma y una sola grada de apenas 500 asientos. Se parecen en que los locales son gente de la tierra. Todos, siete nuevos y siete que continúan, son cordobeses. Todos menos uno, Thiago Marques, que es brasileño, pero también cordobés. En Vista Alegre todavía se acuerdan de él. Era uno de los pívots del histórico Grupo Pinar, que hace una década, a punto estuvo de ascender a la Primera División. Al igual que Mengíbar, la plantilla de Córdoba FS es veterana, que no mayor. Aprendieron el oficio y se curtieron como futbolistas en la Segunda B andaluza.

Itea patrocina al Córdoba FS. Itea es una empresa de Montilla. Seguramente por eso, el club eligió Montilla para jugar. ¿Habrá asientos suficientes para acoger a los socios del Córdoba que decidan viajar, a la gente de Montilla que quiera ver el partido y a los 100 aficionados de irán desde Valdepeñas? Lo que es seguro, es que el ambiente del pabellón será intenso. Será bonito ver que por momentos, aquello sonará al Virgen de la Cabeza. Que por momentos, la gente y los jugadores del Valdepeñas FS estarán orgullosos de ser quienes son. Orgullosos, de que la afición local acabe mirándolos de reojo, mezcla de asombro y envidia. Será importante que el equipo vuelva a disfrutar del fútbol sala. Que le respeten. Que vuelva a ser feliz cuando acabe el partido. Que vuelva a ganar.

El encuentro se disputa este sábado a las 19:00.

Horarios y clasificaciones

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