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El misionero Enrique Córdoba recibe el cariño de los rabaneros que mantienen vivo su aprecio

Enrique Córdoba entre Sergio Gijón y Jacinta Monroy

Enrique Córdoba, que dirigiera la Parroquia de Argamasilla de Calatrava durante los diez primeros años del actual siglo, está aprovechado un descanso de su cometido como misionero en Nicaragua para compartir de nuevo unos días con las gentes de esta población ciudadrealeña.

Es por ello que la alcaldesa Jacinta Monroy y el teniente de alcalde Sergio Gijón han tenido la oportunidad esta semana de departir con el sacerdote, quien les ha explicado de primera mano la “maravillosa entrega que viene desarrollando en la comunidad selvática de Kukra Hill, con familias enteras y jóvenes de allí”.

Monroy Torrico entiende “impresionante la labor social, educativa y de desarrollo de las comunidades indígenas que está desarrollando don Enrique, con medios muy básicos y rudimentarios pero con mucho ánimo y entrega”, lo cual es un acicate ejemplar que, añade la alcaldesa, todos debemos mantener en nuestro día a día para con los demás.

Enrique Córdoba, en su compromiso de apoyo a la labor asociaciones y colectivos del pueblo donde centra su labor, no olvida su trayectoria rabanera y de hecho ha dado en denominar como Centro de Formación ‘Virgen del Socorro’, el espacio que ha creado para dar formación a todos los niveles, desde agricultores, a jóvenes, niños, etcétera.

Ante este bagaje y como misionero que ya había sido el pasado siglo, así como por todo lo que Argamasilla de Calatrava atesora de su presencia entre los años 2000 y 2010, Jacinta Monroy y Sergio Gijón reconocen públicamente “todo nuestro reconocimiento a la gran labor que está desarrollando a favor de los más desfavorecidos”.

Trayectoria de Enrique Córdoba

Natural de Valenzuela de Calatrava y criado en Almagro, Enrique Córdoba estudió en el Seminario de Ciudad Real hasta segundo de Teología y, sintiendo la moción de Dios a la vida misionera, se integró en los misioneros de la Consolata. Terminó Teología en Madrid, en Comillas, e hizo la especialización en Moral con los redentoristas.

Fue ordenado sacerdote de manos del cardenal Tarancón en Madrid el 7 de diciembre de 1980 y el canto de su primera misa fue en Almagro al día siguiente. Trabajó en Málaga por tres años, en las pastorales juvenil y vocacional.

Desde 1984 a 1990 trabajó en Brasil, entre la formación y la pastoral, en las chabolas de Río de Janeiro. Y entre 1990 y 1993 regresó a España para cuidar a su señora madre hasta su fallecimiento. Mientras tanto, dio clases de Religión en el colegio de San José de Ciudad Real, ejerciendo además como párroco de Valenzuela.

En 1994 fue a Mozambique, país africano que terminaba una guerra civil que dejó al país sumido en una tremenda pobreza. Allí trabajó hasta 1999, regresando a España por enfermedad seria de amebas en el año 2000, ejerciendo ministerio, como queda dicho, en Argamasilla de Calatrava y en el Hospital ‘Santa Bárbara’ de Puertollano esa década.

En su haber también figuran otros lugares donde, por motivos de formación y lenguas, también ha recalado, como Italia, Portugal, Inglaterra, Kenia o Tanzania. En Nicaragua se ha encargado de crear una nueva parroquia, en medio de una rica floresta en el trópico, llena de selva y ríos, siendo el caballo y la canoa los principales medios para desplazarse.

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