Pregunta: ¿Qué significa este nombramiento como ´Ciudadano Ejemplar`?
Respuesta: Es el reconocimiento al trabajo hecho durante toda mi vida sin ánimo de lucro y a mi dedicación a la Asociación Vecinal Carlos Eraña (fundada en el 1978), a la hostelería, al movimiento vecinal en general y al deporte base. Después de haber entregado mucho en estos años, ahora es el momento de recoger lo sembrado.
P: ¿Cómo definiría que ha sido su vida?
R: Nací muy pobre, soy hijo único, no tengo padre y empecé a trabajar con 9 años en la hostelería para hacer recados y fregar platos. Con 12 años tuve que retirarme del colegio y trabajar en el sector hostelero, en el que he trabajado más de 50 años, sin estar nunca en paro. También dediqué gran parte de mi vida al deporte base y tuve una lesión bastante grave en la rodilla y por eso me entusiasmé con los niños. Empezamos aquí en mi barrio, en el barrio de Los Ángeles con 14 o 15 niños y cuando entregamos la cantera a la Asociación del Fútbol Juvenil eran ya más de 300 niños. Jamás han pagado nada de dinero y tenían la ropa, los balones y las instalaciones que poco a poco íbamos consiguiendo. Además, he estado muy vinculado al movimiento vecinal siendo presidente de la asociación y estuve implicado mucho tiempo. Después fui propuesto y elegido presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos por todas las asociaciones de vecinos de Ciudad Real por mayoría. Estuvo cuatro años porque no me gusta estar toda la vida con un cargo y a petición unánime de todo el mundo continué otros cuatro diciendo que al terminar yo me marcharía, pero seguiría en mi asociación vecinal, como no podía ser de otra forma. También fundé la Escuela de Tauromaquia con maestros del mundo del toro. Creo que ha sido un trabajo hacia los ciudadanos, los vecinos, los niños… desinteresado completamente. Yo no he cobrado dinero, aunque el fútbol sí me ha costado poner de mi propio dinero, pero siempre gustoso y con el consentimiento de mi familia, de mi mujer y mis hijos que son para mí lo más importante de su vida.
P: ¿El barrio de Los Ángeles ha sido siempre su barrio?
R: No. Yo nací en la Puerta de Santamaría, en la calle Infantes número 15, en la casa que llamaban Casa El Paje o la Casa de los tres arcos. En las eras que había donde ahora hay parque, habitualmente jugábamos los niños. Después me fui a vivir al grupo Miguel de Cervantes, detrás de la comandancia de la Guardia Civil y a los dos años me compré en este barrio un piso, me vine a vivir aquí y ya inicié el camino de la asociación y del fútbol.
P: ¿Su dedicación al fútbol siempre ha estado vinculado a este barrio?
R: Sí, el fútbol siempre aquí. Se llamaba Los Ángeles Club de Fútbol y eran los niños de todo el barrio.
P: ¿Solamente había niños en los equipos?
R: No, hubo una o dos niñas lo que pasa es que, en aquella época en el colegio Los Marianistas, las niñas jugaban al baloncesto excepto una o dos que empezaron a entrenar con nosotros porque le gustaba el fútbol. Si hubiera habido más niñas seguro que hubiéramos hecho un equipo femenino.
P: ¿Por qué cree que ha sido usted el elegido?
R: Por el apoyo social que tengo. Han sido 36 colectivos que me han apoyado, más las firmas recogidas, que yo no he recogido, pero sí algunos amigos lo han hecho. Esto es el premio al trabajo de toda una vida, la dedicación a los demás, de lo que se siente uno orgulloso porque al final llegan los reconocimientos. Tengo algunos enemigos, pero el 80% es gente que me quiere. Este año da la casualidad de que los empresarios de hostelería también me han dado un reconocimiento por los años trabajados en la hostelería y por la dedicación destinada a ella.
P: ¿Siempre quiso dedicar su vida a los demás?
R: Yo desde que era niño he intentado hacer el bien al prójimo, aun teniendo algunas veces problemas. Yo me he entregado en alma a todo lo que me he propuesto, y luego he tenido el reconocimiento. Habrá muy pocos chavales que hace 20 años no hayan pasado por aquí, habrá habido unos 7.000 u 8.000 que hayan jugado aquí. Siempre he inculcado valores a los chicos para que supieran cómo comportarse y respetarse entre ellos y a todo el mundo.
P: ¿Hacen falta en el mundo más personas como Aurelio Borja?
R: Hombre, hay gente más importante, pero creo que sí. La gente debe de colaborar e implicarse en nuestra ciudad, en los eventos, en los niños… y, sobre todo, buscar ser un referente en algo, vivir aquello que te gusta. A mí todo lo que he hecho me gusta, la hostelería, el deporte y el movimiento vecinal me encantan. Yo creo que la gente debe de implicarse un poco más.
P: ¿Qué falla en la sociedad para que no haya más personas como usted?
R: Falla quizá la comunicación entre nosotros mismos. Ahora con la televisión, los móviles… no hay comunicación ni entre los niños, es una pena. No nos damos cuenta de que es importante que los niños tengan contacto con las personas, que haya comunicación y afecto. Creo que se están perdiendo unos valores que deberíamos de recuperarlos.
P: ¿Qué quiere seguir haciendo en el futuro?
R: Seguir como soy. Por desgracia tengo mermadas las facultades por el problema de la rodilla y del tobillo por una lesión, pero yo voy a seguir con mi vida. Seguiré con los veteranos del barrio que, después de haber jugado en diferentes categorías, me pidieron formar un equipo para participar en un campeonato provincial que hay con el manchego, Tomelloso, Villarrobledo, Almagro… así que estoy implicado con ellos. Estoy con eso y con la asociación vecinal, como socio.
P: ¿Cree que su enseñanza de valores ha servido para formar a más ‘Ciudadanos Ejemplares’?
R: Sí. Yo he tenido niños que, a día de hoy por su comportamiento y por su forma de actuar en la vida, son ciudadanos ejemplares. Yo les he inculcado el cariño y el respeto hacia los demás, siempre intentando que el deporte fuera el hilo comunicador para que ellos, algún día en su vida, fueran mejores personas y su comportamiento digno.