El Ayuntamiento de Ciudad Real restaurará la conocida sepultura de Apolonia en el cementerio

Durante la festividad de Todos los Santos fueron muchos los ciudadanos y visitantes que pasaron en esos días por el Cementerio Municipal de Ciudad Real. Unos para visitar los restos de sus seres queridos y otros por mera curiosidad. Paseando por los panteones, nichos o columbarios del camposanto ciudarrealeño en una de sus calles podemos encontrarnos una de las sepulturas más llamativas y más conocidas, la de Apolonia. Una tumba en la que se puede apreciar la figura de una mujer yacente que representa a Apolonia Canales Prieto, mujer del escultor Tomás Argüello, que falleció muy joven en octubre del 1916. 105 años de historia que no han pasado en balde y que han dejado en la centenaria sepultura la evidente marca del paso del tiempo.

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Sepultura de Apolonia en el cementerio de Ciudad Real / Elena Rosa

Es por ello, que tras el Día de Todos los Santos, ante el mal estado que presenta en la actualidad la sepultura, un grupo de ciudadanos inició una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org pidiendo al Ayuntamiento de Ciudad Real que restaure la sepultura. “Es una lástima que algo tan inédito en nuestra capital se esté resquebrajando y nuestros políticos no hagan nada al respecto cuando el clamor de la ciudadanía pide a gritos una actuación eficaz”, se puede leer en la petición de Change.org. Hasta el momento, ya han sido casi 19.000 personas las que se han sumado a esta iniciativa. Sin embargo, el Ayuntamiento de Ciudad Real ya inició los trámites antes de verano para reparar esta escultura.

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ciudad Real, Nacho Sánchez, en declaraciones a Lanza, explica que desde el Servicio del Cementerio, su concejal encargado, Casimiro Pastor, comenzó antes del verano a estudiar las vías para restaurar esta sepultura, que finalmente pasó a manos del Servicio de Cultura. Actualmente, según el edil, se está trabajando en la elaboración de un estudio de investigación para saber más sobre la sepultura, así como delimitar qué se debe restaurar y que no.

Un estudio que, posteriormente, deberá trasladarse al Servicio de Patrimonio de la JCCM quien deberá de autorizar o no la restauración de dicha escultura funeraria. “La intención es restaurar, recuperar y poner en valor esta sepultura”, señala el concejal de Cultura, añadiendo además que serviría como reclamo turístico ahora que el “turismo de cementerios” ha aumentado considerablemente en los últimos años.

“La idea es hacerlo cuanto antes para tener el permiso de la JCCM también cuanto antes y que la sepultura no se siga deteriorando”, asegura Sánchez.

Sepultura de Apolonia / Elena Rosa

Sobre la sepultura

La escultura yacente de Apolonia es obra del escultor vallisoletano Tomas Argüello, profesor de la que fuera la Escuela de Artes y Oficios de Ciudad Real. Según narra una biografía escrita por Jesús Urrea, bajo el título de ‘Galería de artistas olvidados’, Argüello tenía 28 años cuando contrajo matrimonio en Valladolid con la joven Apolonia Canales Ruiz en septiembre de 1915.

Alfonso Doblado, licenciado en Humanidades y arqueólogo, explicó a Lanza en un reportaje publicado en 2019, que Argüello representó a Apolonia en la flor de la vida: “Tumbada todavía en el lecho de muerte, tapada con una sábana que muestra sus formas femeninas, con los brazos casi desnudos, cubiertos por esa ligera camisa que le hace de mortaja; en el pecho tiene la cruz que debió agarrar hasta el último momento, mostrando así su sentimiento de fe en Cristo y su confianza en la resurrección. Además, las flores que recubren parte de su cuerpo, por encima de la sábana, nos hablan de la capacidad evocadora de la naturaleza por la vida que desprenden y de la belleza de las flores por sí mismas frente al dolor de la pérdida, al dolor por la muerte. En la cabeza de Apolonia, perfectamente trabajada, los ojos están entreabiertos mostrando que es una muerte aparente, que todavía vive”.

Doblado añade que las flores que recubren parte de su cuerpo, por encima de la sábana, “nos hablan de la capacidad evocadora de la naturaleza por la vida que desprenden y de la belleza de las flores por sí mismas frente al dolor de la pérdida, al dolor por la muerte. En la cabeza de Apolonia, perfectamente trabajada, los ojos están entreabiertos mostrando que es una muerte aparente, que todavía vive”.

Imagen del escultor Tomás Argüello junto con la sepultura de su esposa / Urrea, J. (2021). “El escultor Tomás Argüello (1887-1922)” en “Galería de artistas olvidados” Ed. Real Academia de las Bellas Artes de la Purísima Concepción (Valladolid)
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