Los 37 bomberos afectados por los despidos del Servicio contra Incendios y Salvamento denuncian “limpieza ideológica” en su salida del SCIS, según el consorcio en cumplimiento de diferentes sentencias judiciales. No cuestionan las últimas resoluciones que exigen que se convoquen esas plazas, pero sí el origen, es decir: los nombres y apellidos de las personas que supuestamente fueron contratadas de forma irregular, que se sienten directamente perseguidos por la dirección de la empresa, dependiente de la Diputación y los ayuntamientos de la provincia.
En un nueva concentración en la puertas del palacio provincial, los bomberos cuyo despido podría aprobarse mañana, han responsabilizado de la deriva final de los acontecimientos al actual presidente del Consorcio Julián Nieva, “rehén del sindicato Comisiones Obreras”, dicen, y al que llaman “instigador” de los despidos, el presidente del comité de empresa José María Roldán, del sindicato CCOO , mayoritario en el SCIS y su postura “antisocial”.
Una temeridad millonaria
Francisco Mora, bombero con 22 años de servicio que se va a la calle, tilda de “temeridad” la ejecución de la sentencias en las que se ampara la actual dirección del SCIS, “ahora nos tendrán que indemnizar con un millón de euros pero cuando se resuelvan los pleitos que tenemos abiertos porque la plantilla está falseada tanto en Albacete como en primera instancias es probable que tengan que readmitirnos y echar a los que contraten ahora, con lo cual la indemnización sería de 4 millones de euros”.
“Esto no ha hecho más que empezar desde el punto de vista judicial”, asegura Mora que advierte de posibles consecuencias penales para quienes materialicen y aprueben los despidos.