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Las organizaciones agrarias lamentan las pérdidas por el calor, el viento y la piedra

J. Y.
Ciudad Real

Las principales organizaciones de productores agrarios fueron las primeras que reaccionaron ante las graves pérdidas en sus cultivos, primero por la ola de calor de hace diez días y después por una fuerte tormenta de pedrisco que ha provocado la ruina económica de cientos de agricultores en distintas zonas de  Castilla-La Mancha y de Murcia.

Las primeras estimaciones del Gobierno regional apuntan a un total de 71.300 hectáreas afectadas -el 1,5% de la superficie agraria de la región- de casi una veintena de municipios de Cuenca, Albacete, Toledo y Ciudad Real. En Cuenca fueron arrasadas 56.800 h, en Albacete fueron dañadas unas 9.000 hectáreas, en Toledo fueron dos los municipios con daños -Miguel Esteban y El Toboso-, con 500 h, mientras que en Ciudad Real la nube de viento y piedra seca cayó sobre 4.300 h en Pedro Muñoz, más otras 3.000 h arrasadas de propietarios pedroteños en pueblos de otros términos, que han supuesto seis millones de pérdidas.

Abel Alcolea, presidente de Asaja de este pueblo y uno de los afectados directos (con 70 hectáreas de viñedo y 12 de cereal perdidos), aseguró que al igual que la piedra y el viento de la tormenta del día 19, el calor de la semana anterior también provocó daños irreversibles en el cereal. “Estaba saliendo el grano y necesitaba agua para que engordara la planta y la espiga se hiciera más grande”, un proceso vegetativo que fue interrumpido por la falta de humedad.

En este caso, las pérdidas tabién serán cuantiosas, apunta el dirigente de Asaja, pues de una media de 2.500 kilos por hectárea, se recortó por el calor a los 1.400 kilos, una estimación que se rebajará “con los efectos del pedrisco”.

De su lado, el secretario provincial de UPA, Pascual Ortiz, se lamentó de la desolación causada por el manto blanco de piedra en las fincas donde cayó de lleno la piedra pues “no ha quedado ni un triste racimo de uva”, al estar en “pleno proceso de crecimiento vegetativo”.

Ambos dirigentes pidieron a las administraciones ayudas directas, medidas fiscales y de intermediación con entidades financieras para que puedan acceder a créditos blandos, con dos años de carencia y a un 0% de interés.

“Hemos perdido todo, no sólo en esta campaña sino en la siguiente y aunque tengas contratado un seguro, esto no lo cubre”, manifestaron.

Precisamente, en Pedro Muñoz, el Ayuntamiento aprobó por unanimidad el inicio del expediente para declarar el pueblo zona catastrófica, ya que los daños observados a pie de campo por el guarda rural se calculan en una media de entre el 75y 80%. También solicitan la condonación del IBI rústica hasta el 2017, deducciones en el IRPF, y bonificaciones en la Seguridad Social.

Agroseguro inicia este marets las peritaciones de las viñas arrasadas

De su lado, la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados S.A. (Agroseguro) iniciará este martes las valoraciones de las fincas de viñedo que quedaron arrasadas el pasado 19 de mayo por la tormenta de granizo registrada, principalmente, en la comarca de la Manchuela Conquense, que afectó a distintos pueblos, entre ellos Pedro Muñoz, el único de la provincia de Ciudad Real.

El director territorial La Mancha-Canarias de esta entidad, José Bernardo, explicó a Lanza que “ya hemos empezado a valorar las hortalizas como la lechuga, la cebolla, el tomate, o el pimiento, que más urgían, y la fruta empezaremos también el lunes”, mientras que desde el día 26 los peritos de la empresa, que podría movilizar a 80, visitarán las parcelas de vid dañadas para realizar las respectivas tasaciones.

“No ha sido un siniestro con amplitud grande, sino que ha estado concentrado en una zona donde ha hecho mucho daño”, esgrimió Bernardo, que indicó que el Seguro de Uva de Vino  “no es el que tiene más implantación” entre los productores, si bien en la comarca de La Mancha afectada hay contratadas 2.500 parcelas de viña en las provincias de Ciudad Real y Albacete, aunque según las primeras estimaciones, la tormenta de granizo arrasó 71.300 hectáreas de cultivo en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Toledo y, sobre todo, Cuenca, con más de 50.000 h.

Por el contrario, según relató, el cultivo del ajo tiene una alta introducción, con prácticamente el 100% de superficie plantada cubierta. Tampoco es excesivamente elevada la contratación de seguros para cereales, a pesar de que “en los últimos años, las condiciones climáticas se están caracterizando por una gran variabilidad, y por la intensidad con la que se producen algunos fenómenos meteorológicos”.

Precisamente, recordó que en 2014, el pedrisco fue el riesgo que más afectó a la uva de vino.

“Todavía se puede contratar el seguro por riesgo de pedrisco e incendio en cultivos como cereales, leguminosas o girasol, aunque por sequía ya está cerrado”, informó.

Los titulares de las parcelas afectadas han tenido, desde el día siguiente de la tormenta, siete días, recordó, para presentar los partes de siniestros, cuya valoración económica se conocerá a principios de junio. De esta manera, la empresa aseguradora atiende el compromiso de Asaja para que las peritaciones comenzaran “de inmediato”.

“Lamentablemente, opinó Bernardo, tienen que llegar estas situaciones para que nos den la razón de que es necesaria la cobertura, pues no puede ser que un siniestro comprometa y ponga en riesgo la viabilidad de la explotación a largo plazo”, como es el caso de las viñas afectadas que además de la próxima campaña, verán limitado su crecimiento vegetativo en la de 2016.

Bernardo destacó la “solvencia” de Agroseguro a la hora de que los viticultores puedan hacer frente a estas catástrofes.

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