Más de 500 personas, entre ellos numerosos escolares, han participado esta tarde en la concentración de protesta contra el cambio climático y se han sumado a la convocatoria mundial que ha tenido eco en las calles de decenas de ciudades y capitales.
‘El planeta se muere por nuestra culpa. Prefiero vivir, ayudar y reducir’, ‘Medidas urgentes, no hay planeta B. Cambia el sistema, no el clima‘, ‘Se nos acaban las excusas y a nosotros el tiempo, residuos kilómetro cero’, o ‘Hazte vegano, agricultura animal es la causa principal de la emergencia climática’ han sido algunos de los eslóganes exhibidos en pancartas, a modo de advertencia sobre los efectos ya presentes a consecuencia de un modelo de producción y consumo que pone en riesgo la supervivencia del entorno.
La concentración, convocada por la Alianza por el Clima de Ciudad Real, se ha desarrollado en un ambiente festivo, ambientada con música de batucada y con performances de personas ataviadas con monos blancos y mascarillas antinucleares, además de la lectura de un manifiesto por los representantes de los colectivos que conforman la entidad organizadora.
Han leído portavoces de Asamblea Feminismos o la Plataforma contra la Mina de Fontanarejo, entre otros.
Lorenzo Flores, uno de los portavoces de la alianza, ha llamado la atención sobre la necesidad de que la sociedad y todos sus miembros “asuman su papel” para cambiar los modos de consumo “de manera urgente y de calado” ante la “emergencia climática que está aquí”.
En declaraciones a los medios ha avisado de los efectos nocivos de la subida de las temperaturas a nivel mundial para los humanos y el medio ambiente, evidenciados por la comunidad científica y ha instado a que de manera particular cada persona, “sobre todo del norte opulento” se conciencie y actúe. “Todo pasa, ha comentado, por la reducción, tanto en el reciclado y los residuos, como en el consumo energético, sobre todo con las fuentes de combustibles fósiles, o en la electricidad de las casas”.
Flores también ha visto “fundamental” hacer un uso racional del agua en el caso de Ciudad Real y Castilla-La Mancha, por la escasez del recurso, aunque ha reconocido que el “gran gasto se hace en la agricultura”.
El objetivo de la protesta de este viernes, ha subrayado es doble, por un lado ha servido “para hacer un llamamiento a todos los poderes públicos para que las emergencias climáticas en los parlamentos autonómicos vengan acompañadas de acciones efectivas” y, por otro lado, para que desde los movimientos de base, la propia ciudadanía se movilice y conciencie individual y colectivamente y “haga propuestas para elevar a las instituciones públicas”.
No hay que tener miedo
La concentración también ha servido, según Carmen Ciudad, otra de las portavoces de la Alianza, para recoger la preocupación que hay Ciudad Real por “las necesidades que vamos viendo respecto al clima”, y ha animado a todos a “no tener miedo a decir lo que pensamos ante la emergencia climática” y a la hora de pedir acciones reales para luchar contra el calentamiento global.
Cambiarlo todo
Según han leído, en todo el mundo movimientos sociales urbanos, rurales e indígenas han salido a la calle para reclamar un cambio de modelo y una apuesta por la autogestión, la horizontalidad, la colectividad, la autonomía y el autogobierno, “Hay que repensar la cotidianeidad, y nuestro lugar en la naturaleza, y contruir una alternativa real”, porque “no es solo cambiar nuestro consumo, se trata de cambiarlo todo”.