Moya apunta que lo único que se ha hecho han sido “acciones puntuales”, como la educación ambiental, un ámbito que si bien es imprescindible, conviene dejar claro que “educar no es ejercer política medioambiental”.
Las medidas que el Partido Socialista de Socuéllamos exige en materia de medio ambiente al gobierno de PP y UPyD, “no son más que aquellas recogían en sus programas electorales: ampliación de zonas verdes y repoblación con plantas autóctonas para neutralizar los efectos de la contaminación debida al tráfico rodado, y mitigar así los efectos del cambio climático”.
Para el PSOE de Socuéllamos, el Medio Ambiente “no es un ornamento electoral; es ante todo el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos… es decir, asuntos secundarios para el gobierno de PP y UPyD”.
Por estos motivos, “denunciamos que tras años de gobierno del Partido Popular, con la actual alcaldesa, Julia Prudencia Medina, como concejala de Medio Ambiente y Urbanismo, Socuéllamos no alcanza el mínimo de superficie verde-arbolada que recomienda la Organización Mundial para la Salud, de 10-15 m2 por habitante, extensión considerada imprescindible para nuestro bienestar físico y emocional, contribuyendo a mitigar el deterioro urbanístico, haciendo las ciudades más habitables y saludables”.
Frente a esta “evidente carencia” de espacios verdes, el Partido Popular ofrece la inacción y el conformismo, alegando que “estamos en el campo y rodeados de viñas”.
Como ya explicó en pleno este concejal, “las viñas son imprescindibles para nuestra economía y para nuestro futuro, pero no pueden ser consideradas zonas verdes, pues resultan neutras a efectos de compensar las emisiones y la contaminación”.
Ante esta “falta de acción” del gobierno de PP y UPyD, el Partido Socialista propone una política medioambiental transversal, que implique a todas y cada una de las concejalías, con medidas como el fomento del uso de la bicicleta y caminar (Deporte); consumo responsable y reciclaje (Educación); comida saludable (Sanidad); uso racional del agua, fitosanitarios, energías renovables (Agricultura); más áreas verdes y mayor eficiencia energética (Urbanismo); o terapia ocupacional e integración mediante la creación de huertos ecológicos (Servicios Sociales).
Sanción de la CHG
Por otro lado, Job Moya se ha referido a que el Ayuntamiento de Socuéllamos va a hacer frente a una sanción de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), de entre 86.000 y 117.000 euros por no haber efectuado una adecuada depuración de las aguas residuales.
Sobre este asunto, ha señalado que “con dicha cantidad se podrían haber afrontado los costes salariales ocasionados por la subida del SMI para más de trescientos trabajadores, o haber destinado ese dinero a la puesta en marcha de más planes locales de empleo”.
Además, ha indicado que “UPyD y su candidata, Mar Delgado, hicieron de la depuración de aguas el eje de su política medioambiental antes de formar parte del gobierno, y ahora guardan un silencio cómplice ante estos vertidos y la multa”.