Aníbal B. C.
El Robledo
Medio centenar de personas dijeron el viernes adiós a 2010 con un baño en las frías aguas del río Bullaque, a su paso por la localidad de El Robledo, para pedir el fin de la crisis económica y un cambio en las políticas ambientales que apuesten por la conservación en el país. El ya tradicional baño que se sucede desde 1995 en las aguas de este afluente del río Guadiana, que discurre por el Parque Nacional de Cabañeros, fue aprovechado por los bañistas para poner de manifiesto la importancia de seguir apostando por políticas medioambientales que protejan los espacios naturales, que como este río, suponen una fuente de riqueza para las economías de los núcleos rurales. Por otro lado, alguno de los bravos bañistas aprovecharon el baño para pedir deseos al nuevo año, y el más repetidos entre todos, ha sido el anhelo del fin de la crisis económica que afecta al país. Conservación Como cada año, vecinos de este pequeño pueblo, junto a otros llegados de otros puntos de la geografía nacional, se zambulleron en las crecidas aguas de este río, cuya conservación defienden los vecinos de la comarca del Valle del Bullaque por tener una gran importancia para las economías de estos pueblos, que basan gran parte de su riqueza en el uso del agua ligada al turismo y la agricultura. Históricamente el río ha tenido un papel relevante como fuente de riqueza en esta comarca y, ahora más que nunca, decían algunos bañistas, “hay que seguir defendiéndolo en los momentos de crisis, como recurso que puede ser aprovecho para generar riqueza ligada al turismo y a la agricultura sostenible que siempre ha existido entorno a su cauce”. La iniciativa de bañarse en el río Bullaque viene repitiéndose desde el año 1995, cuando uno pequeño grupo de amigos de este municipio ribereño prometieron bañarse el primer invierno que el agua volviera a correr por el río tras las persistentes sequías de los años 90, hecho que ocurrió en 1995.