Valderrama triunfa en Ciudad Real con coplas y flamenco para “hacer justicia a grandes mujeres”

Poesía y música se unieron la noche de este viernes en Ciudad Real para “hacer justicia a grandes mujeres” que como otros millones fueron arrinconadas u olvidadas a lo largo de los siglos.

Y fue de la mano del artista Juan Valderrama, que triunfó con `Mujeres de Carne y Verso’, un espectáculo musical financiado por la Diputación provincial en el marco del 8M.

El cantante y su banda, casi en su totalidad con concertistas femeninas, se ganaron al público a través de la complicidad con el mensaje de justicia social y poética musical, su interacción con el público, que llenó el teatro Quijano, y los guiños a la música de sus padres.

Visitaba por primera vez la capital ciudarrealeña y no decepcionó. Y además disfrutó, según confesó: “era un reto, pero me he sentido muy arropado”, dijo, a lo que fue interpelado con un “nos gustas mucho”.

concierto 1
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Desde el lema, a la puesta en escena, con las componentes de la banda vestidas de blanco y el único hombre, de negro, el montaje fue una declaración de intenciones: composiciones con versos de autoras a ritmo de bolero, copla y flamenco (zambras, alegrías, bulerías, garrotín o farrucas), trufadas de recuerdos a los progenitores del líder, Juanito Valderrama y Dolores Abril, una de las parejas más insignes de la copla española de mitad del siglo XX en España.

Valderrama empezó la actuación para recuperar la escritura y el talento femenino con ‘Pienso mesa y digo silla’, de Gloria Fuertes, la supuesta poetisa de los niños, que fue “maltrata pro la vida y que tenía una gran dimensión”.

Pilar de Valderrama, Guiomar para Antonio Machado, su amor tardío, estuvo presente a través de sus versos de ‘Evocación’, en el que recordaba al poeta en el café donde se reunían. “Ella era católica y monárquica, y estaba casada y él era maestro republicano, y si pudieron amarse por qué no podemos llegar a acuerdos en España”, apuntó, antes de iniciar los acordes de manera improvisada de ‘Caminante no hay camino”, de Machado.

Josefina de la Torre fue la siguiente que subió al escenario a través de sus ripios de ‘Tú en el alto balcón’. Perteneció a la Generación del 27, de las llamadas ‘Sin Sombrero’, “una de las mujeres más brillantes del siglo XX que Salinas llamaba ‘la muchacha isla (era de Canarias)’”. Fue amiga de Lorca y Buñuel, formó parte de la Compañía María Guerrero, era soprano y dobladora de Marlene Dietrich, aunque después de la Guerra Civil “desapareció y murió en la más absoluta soledad a principios de los 80”.

El músico hizo las delicias del público / Clara Manzano

La cordobesa Concha Lagos también fue recordada por Valderrama, una escritora cuyos versos quiso cantar Manolo Caracol, pero no pudo ser porque ella se negó a firmar como un hombre. Impulsora de la prestigiosa Colección de Poesía Agora, y ejemplar por dar oportunidades a los jóvenes poetas de la época como Paco Umbral y José Hierro, fue cantada por el artista.

Por su parte, Gloria de la Prada, “que ni está en Google”, escribió un romancero gitano 20 años antes que Lorca, y de sus poemas fue elegido para el concierto el titulado ‘Unos ojos azules’, mientras que Pilar Paz, descubierta por Juan Ramón Jiménez, llegó a través de la música con ‘El secreto’. “Falleció hace menos de un año y no fue noticia en Canal Sur”, denunció Valderrama.

El artista también cantó en gallego para entonar ‘Farruca de Rosalía’, en homenaje a la famosa Rosalía de Castro, al igual que musicó ’Para tus manos’, de la uruguaya Delmira Agustini, que precisamente fue asesinada por su marido.

La bilbaína Ángela Figuera escribió ‘No quiero’, un manifiesto poético escrito en 1958 que bien podrá haber firmado John Lennon o Bob Dylan por sus hondas reflexiones de corte social.

Seguidamente, Valderrama quiso hacer un homenaje a su madre, Dolores Abril, una artista que “llegó a América y le ofrecieron trabajar con Cantinflas en Holywood pero que prefirió ser ‘colita’ de león junto al hombre que amaba”, y cantó “la copla de Rafael de León ‘Dime que me quieres’.

Y en el quite, le hizo un homenaje al padre, con ‘Por una mujer española’ con gran poderío vocal.

Foto selfie para finalizar el concierto / Lanza

Tras cantar “Hay besos”, de Lucía Godoy, conocida como Gabriela Mistral, que fue Premio nobel de literatura en 1945, el artista cantó en catalán ‘Podríes, de Joana Raspell, una bibliotecaria que escribía versos para niños.

Para terminar, Sor Juana Inés de la Cruz, la religiosa y escritora mexicana del siglo XVI, “de un talento descomunal” con ‘Hombres necios’, momento que aprovechó para presentar al elenco artístico que le acompañó en el emocionante concierto (piano – Isbel Noa-, guitarras acústica -Mercedes Luján-, guitarra flamenca -Rubén Díaz Levaniegos-, cello -Ferrer-, trompeta -Alejandra Artiel- y percusión -Madeline Espinosa-).

Como bis Valderrama regaló al público que lo ovacionaba ‘Quién te lo iba a decir’, coronó con el conocido “El emigrante’ y terminó con la metáfora a capella de “el alivio de mis penas es Ciudad Real, con sus mujeres rubias y morenas”.

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