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Un Roca Rey arrollador sale a hombros junto a Manzanares en Illescas

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Plaza de toros de Illescas (Toledo). Primer festejo de la Feria del Milagro. Lleno de “No hay billetes”.

Se lidiaron seis toros de Daniel Ruiz, de correcta presentación. Primero flojo y con clase. Segundo sin fuerza y punteando engaños. Tercero encastado y con calidad. Muy bueno el cuarto, ovacionado en el arrastre. Encastados quinto bis y sexto.

José María Manzanares: pinchazo y entera arriba (silencio); entera desprendida (dos orejas).
Alejandro Talavante: tres pinchazos, casi entera perpendicular y descabello (silencio); entera atravesada que hace guardia (oreja).
Roca Rey: estocada entera desprendida (dos orejas). Casi entera desprendida (dos orejas).

Viruta, de la cuadrilla de Roca Rey, saludó tras banderillear al sexto. Manzanares y Roca Rey salieron a hombros.

Ambientazo el vivido en la magnífica plaza de toros cubierta de Illescas para presenciar el primer gran cartel de la temporada en Castilla la Mancha, pues no en vano la terna aunaba la veteranía (en cierto declive desde hace algún tiempo) de Manzanares, quien por fin accedía a abrir cartel, la expectación por ver a un Talavante indefinido, y la fuerza arrolladora de Roca Rey. Y el resultado final, tras un comienzo nada halagüeño, resultó claramente triunfal.
Los dos primeros toros pusieron pronto los tendidos en contra por su falta de fuerza, con Manzanares y Talavante abreviando para evitar que el enfado fuera a mayores.
Sin embargo el rumbo de la tarde viró en el tercero con la actuación de Roca Rey y la pujanza del toro de Daniel Ruiz. Tras un medido recibo de capote el ejemplar albaceteño aguantó el trazo largo y bajo de los muletazos del peruano, yendo hasta el final y embistiendo con transmisión. Cuando el fuelle se le agotó, Roca optó por el arrimón para poner la guinda a una faena plena de poder e inteligencia.
El peruano repitió patrón de faena en el que cerró plaza, un toro que recorrió una distancia excesiva durante los dos primeros tercios, gastando un fuelle que se echó de menos en el tramo final de una faena vibrante, de mando y poder, aunque a menos. Y como volvió a matar a la primera, dos nuevas generosas orejas fueron a manos del ciclón Roca Rey.
El cuarto fue un gran toro de Daniel Ruiz, el mejor del encierro. Morisqueto, que así se llamaba el toro, le brindó las dos orejas a un entonado Manzanares, que supo medir a su oponente entre tanda y tanda, ajustando distancias y alturas, algo que permitió al toro ir tras la tela haciendo el avión. El alicantino encontró mayor acople por el pitón derecho, aunque también dejó naturales aislados de gran cadencia, en una faena dilatada que a punto estuvo de diluirse por el fallo reiterado del puntillero.
Por su parte Talavante tan sólo pudo puntuar frente al quinto bis una vez que el titular fuera devuelto por pararse demasiado pronto. Lo sustituyó otro ejemplar de la ganadería titular que se dejó mucho. Un Talavante con evidentes ganas instrumentó verónicas notables, además de un quite por gaoneras y saltilleras que puso de manifiesto su voluntad. El extremeño se acopló con la codiciosa embestida de manera intermitente, con momentos de encaje alternados con otros menos sutiles. El de Daniel Ruiz pedía sitio, y cuando no se lo dieron protestó p

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