Icono del sitio

Recuperarse y vivir

 Aunque al principio suelen mostrar cierto rechazo, la realidad es que les ayuda mucho en su proceso de adaptación a esa persona tan querida que ha desaparecido de su vida. De esta forma, quienes atraviesan un proceso de separación consiguen superar la última fase alcanzando la estabilidad emocional, recuperando poco a poco las ganas de seguir luchando y, aunque con el lógico dolor, terminan por asumir la fatal separación, del tipo que sea, en la que se ven inmersas. Es un proceso bastante largo, depende de cada persona en particular. Puede durar días, semanas, meses o años.

Las características personales nos anuncian, a nivel terapéutico, el curso del proceso al que, inevitablemente, han de enfrentarse. En estos casos, la terapia ocupacional nos ofrece un resultado excelente; siendo importante el hacerlos sentirse útiles a base de actividades que rellenen el espacio tan grande que la persona querida les ha dejado. Hay que hablar con naturalidad de esa persona y de lo acontecido. El hecho de que no estén ya con nosotros no implica que sea un tema prohibido, permanecerá en nuestra memoria y por ello, siempre existirán. Es importante prepararnos para esa separación que en un principio asumiremos como posible, adaptándonos a esa nueva situación.

Sentiremos incredulidad, añoranza, enfado y depresión. Ofrecer apoyo, cercanía, afecto y comprensión a aquellas personas que estén afectadas por la pérdida es fundamental. Lo que no debemos hacer es pensar que todo se ha acabado, porque esa persona que queríamos no está con nosotros. Culpabilizarnos por la separación o desaparición de esa persona que queríamos no nos puede traer más que más angustia e impotencia. Tener una actitud negativa ante el futuro es algo que tenemos que evitar a toda costa y evitar caer en esa rutina que no nos conduce a nada. No hay nada peor que perder la esperanza y alimentar ideas derrotistas, ya que solo conseguirán hundirnos en un sufrimiento inútil y prolongado. Buscar nuevas opciones, nuevas actividades, incluso nuevas tareas con las que participar, ocupar y llenar nuestro tiempo. Cuánto más participación e implicación en el protocolo de la vida, de nuestra vida más beneficioso será para nosotros y nuestra felicidad y de la que nos rodean. Queridos amigos, no es fácil decirlo, la vida es complicada y debemos estar preparados para lo que venga tanto lo positivo como lo negativo.

 

 

Salir de la versión móvil