Dos grandes mujeres gobernando en entornos convulsos a “hombres difíciles y levantiscos” se enfrentan en la obra ‘María Estuardo. Corona trágica’, producción número cien de Manuel Canseco, que estrena del jueves 25 al sábado 27 de julio, a las 22.45 horas, en el Palacio de los Oviedo de Almagro su versión de esta extensa obra de Lope de Vega con versos próximos, por su complejidad, a Góngora.
De la dificultad del verso de la pieza, se habla en el propio montaje cuando el amanuense que redacta los versos que Lope dicta le pregunta si llega a comprender una enrevesadísima octava, comentó Canseco, que indicó que la producción, con cuatro actores que se desdoblan en diversos personajes, se ha construido en los ensayos buscando que el público aprecie la belleza del verso y no se sienta abrumado por la “cantidad de sapiencia y buen hacer que tiene Lope”.
En su espectáculo número cien, Canseco, que debutó precisamente con ‘El perro del hortelano’, homenajea al Fénix de los Ingenios, le convierte en personaje y mete en “su caldero para que se cueza con el resto de actores”. La costumbre de Lope de dormir la siesta en el suelo para mitigar el calor le ocasiona el reuma en un hombro que le dificulta escribir, lo que da pie a subir a escena a un escribidor, así como otras pequeñas incorporaciones que hacen las veces del rol del “gracioso español” de las obras del Siglo de Oro que “rompe la tensión para que se recupere luego con la cantidad o calidad“ precisa. A este respecto, la producción cuenta también con una criada pizpireta y respondona y una actriz amiga de Lope que colabora para que “lo que tiene en la cabeza lo vaya viendo plasmado encima del escenario”.
Con diferentes ritmos, velocidades, intensidades y rupturas se desarrolla la trama que es un tributo a Lope “haciendo teatro dentro del teatro”, y “ese teatrino” es la propia casa de Lope, ya sea su salón o imaginación, mostrando cómo sale de su cabeza el homenaje que el dramaturgo realiza, desde la visión de la católica España, a María Estuardo.
La pieza cuenta la historia desde niña de María Estuardo, una mujer a la que “la fatalidad la persigue” y a la que la sucesión de los hechos la va condicionando. Reina a los siete días de nacer, a los tres años la mandan a casarse con una persona que muy pronto se muere, comentó sobre la primera parte de la biografía de la protagonista de la obra que sobre el escenario se encuentra rodeada por los cuadros de quienes “ahogan y condicionan” su vida como “sus esposos, su madre, Isabel I de Inglaterra, la persona que la rapta, la que la juzga y a la que está dedicada el poema de Lope, el Papa Urbano VIII”.
Pocas veces puede decidir María Estuardo por ella misma y quizás la única en la que lo hace totalmente libre es cuando prefiere la muerte antes de aceptar las condiciones que le propone Isabel de convertirse al protestantismo, expuso Canseco, que destacó el ardor, entusiasmo y profesionalidad del elenco que le acompaña en esta nueva empresa sobre los escenarios.
Alejandra Torray destacó el placer por regresar a Almagro y volver a trabajar con Canseco en una producción en la que emerge el enfrentamiento entre dos mujeres “muy potentes”; y Juan Carlos Talavera resaltó el desafío en esta obra de dramatizar el pensamiento poético, “no de un poema ya hecho, sino cómo dramáticamente podría ser la construcción de un poema que en ese momento se está pensando”.
En esta pieza, Lope, “ya mayor”, sigue con el intenso pulso que le caracteriza y “esa perspicacia que siempre tuvo para ver un poco más allá en los aspectos socio-políticos de su tiempo, anticipando ideas que hoy nos resultan modernas y desafiando tópicos”, a juicio de Talavera, que resaltó que en el poema dramático ‘Corona trágica’ se destila la idea “bastante moderna y arriesgada” de que, “probablemente, no siempre los gobernados son mejores que sus gobernantes ni moral, ni social ni políticamente”.
Adolfo Pastor y Cristina Juan completan el elenco de esta obra con dos grandes personajes femeninos llenos de aristas y matices, que se observan como una amenaza.