Pregunta: ¿Qué supone para Teté Delgado actuar en Almagro dentro de su Festival Internacional de Teatro Clásico?
Respuesta: Es como si hubiese venido un hada madrina, me tocara la cabeza con su varita mágica y me dijera: “Ya eres actriz, ya eres mayor”.
Actuar en Almagro lo veía como una cosa muy lejana, pero, de repente, han llamado a mí puerta para actuar en el Festival Internacional de Teatro Clásico, por lo que estoy muy feliz de poder hacerlo.
Nunca había contemplado hacer teatro clásico, pero me ofrecieron esta obra, de esta manera, con esta dirección, con este personaje, con estos compañeros y con un señor como Lope de Vega que escribía bastante bien… todo ello te hace entrar en el teatro clásico por la puerta grande. Ya hemos actuado en Alcalá, Cáceres, etc. Pero Almagro es Almagro.
Además de una gran felicidad, actuar en Almagro supone una gran responsabilidad pues hay muchos ojos puestos en este Festival. Lo afrontamos con una gran seguridad porque hemos trabajado mucho y bien y espero que todo ello pueda verse reflejado.
P: Dicen que ‘El amor enamorado’ de Lope de Vega es la función de la imaginación y de la magia en la que la voluntad de los hombres triunfa sobre el designio de los dioses. ¿Hay tanta misticidad en la obra como esta frase aparenta o es sobre todo una comedia mitológica?
R: Es una comedia mitológica, pero como todos los clásicos habla de temas universales, siendo un cuestionamiento a la autoridad, con lo que la obra no es muy filosófica. Hay enfrentamiento entre los dioses y los hombres y queda claro que los dioses no serían tales si la gente decide olvidarlos. Eso es algo que puede extrapolarse a la política en general, pues si votas a alguien, tiene que responder. Y si deja de hacerlo, dejas de creer en él y lo olvidas.
P: En ‘El amor enamorado’ interpreta al personaje de Venus, ¿Hay algo de este personaje en su vida real?
R: En parte sí. Cuando el director Borja Rodríguez me ofreció hacer de Venus no sabía si iba a ser esa Venus lánguida y poco altiva representada tantas veces en los cuadros. Pero para esta función se necesitaba a una Venus mucho más activa, viéndose a una Venus madre con su hijo Cupido que se enamora. Borja quería ver a una diosa que no fuera todo languidez, pues los dioses en el Olimpo eran bastante crueles y soberbios. Por ese motivo, y puesto que el director quería a una venus contundente, le dije que había elegido bien pensando en mí. Estoy muy contenta porque en mi personaje puede apreciarse a la madre, a la orgullosa, a la diosa y a una mujer, que es lo que en definitiva es Venus.
Es cierto que tanto las diosas como las mujeres y yo tenemos una parte débil que puede verse cuando nos enamoramos. Y Venus, cuando le tocan a su hijo o se habla de ese amor imposible que le hubiera encantado vivir, se hace pequeña. Por tanto, es fuerte y débil a la vez. Así es Venus y así soy yo.
P: Venus podría considerarse como el icono de liberación femenina actual. Dicha liberación, ¿es muy necesaria en los tiempos actuales?
R: En la función, aunque no se habla demasiado de ello, se ve perfectamente como Venus, que es la diosa de la belleza y del amor, al dejarse llevar por su propia naturaleza que le lleva a amar y a disfrutar con dioses y con humanos es criticada por ello en el Olimpo. Simplemente por el hecho de seguir su naturaleza y ser libre. Muchas veces el ser libre tiene un precio, debiendo decidir si lo pagas o no. Pero el resto de los dioses hacen lo que quieren con las diosas y con las humanas y no son criticados. No deja de ser curioso el punto feminista que tiene el personaje de Venus en la obra.
P: El director del Festival de Almagro, Ignacio García, ha impregnado de feminismo las últimas ediciones. ¿Era de justicia? ¿Qué importancia tiene hoy en día la mujer dentro del mundo del teatro?
R: Las mujeres van avanzando, pues cada vez hay más directoras, guionistas, etc. Actualmente hay un mayor número de personas con una mentalidad más amplia que ya no consideran que las películas protagonizadas por mujeres sean películas de ‘tías’, sino que piensan que pueden ser tan interesantes como otras películas protagonizadas solo por hombres. A pesar de que se avanza muy despacio, estamos en un punto donde las mujeres que ya pasamos de los 50 seguimos teniendo un hueco en el cine y en el teatro, pues hay un montón de personajes para mujeres mayores.
P: ¿Qué le aporta a la obra ‘El amor enamorado’ la versión de Fernando Sansegundo y dirección de Borja Rodríguez?
R: Borja Rodríguez siempre dice que Fernando Sansegundo sueña en verso. Pienso que ha sabido quitar un poco esa densidad que puede tener toda obra clásica, aunque sin traicionar a Lope de Vega, realizándolo de una manera más ligera, divertida y bonita.
La frase del Siglo de Oro con la que Borja me conquistó del todo fue aquella que dice: “Vamos a divertir maravillando”. Las comedias son una manera de asimilar temas muy duros de tratar, pero con más suavidad. Con cierto humor se asimilan las cosas mucho mejor.
Pero esta versión también aporta algo muy importante como es la revisión del mito de Febo (apodo o epíteto del dios Apolo en la mitología clásica) y Dafne, pues permite aprender a diferenciar lo que es un coqueteo de un acoso. Siempre se había visto este mito como algo muy bonito surgido del amor entre los dos, cuando en realidad lo que estaba pasando era un acoso.
P: ¿Consideras que las comedias mitológicas, a pesar de ser un género muy valioso, han sido un poco relegadas dentro de la escena?
R: La mitología es algo que siempre me ha interesado desde pequeña. En estos momentos estoy devorando un libro de Stephen Fry que se llama ‘Mythos’ y alucino con como lo cuenta y lo revisa, siendo espectacular el número de palabras que provienen de la mitología pues, por poner un ejemplo, un orfeón, que todos sabemos lo que es, proviene de cómo cantaba Orfeo. Hay mucha mitología impregnada en nuestra lengua y en nuestra vida.
La comedia parece que, en ocasiones, no tiene mucho prestigio, y la mitología suele ser para quien le guste. Pero juntar la comedia y la mitología, tal y como lo hizo Lope y como lo vamos a representar nosotros, me parece algo muy bonito.
P: ¿Qué es el teatro para Teté Delgado?
R: Una manera de vivir. El otro día me planteaba que he estado adecuando toda mi vida hacia donde me llevaba mi profesión, pues tienes que estar disponible para cualquier eventualidad. Hay una preciosa canción de Antonio Zambujo que se llama ‘Madera de deriva’ que en el momento en el que la escuché pensé que yo era madera de deriva, pues vas viajando por ahí y todas las experiencias que vives te van limando las aristas. Para mí el teatro es magia pura, pasión y terapia, con un gran trabajo detrás que no se ve, pero que está ahí, y con la interpretación en el escenario, que es la mejor parte.
P: ¿Cuáles han sido tus primeras sensaciones a la hora de desembarcar dentro del teatro clásico?
R: Al principio entré con miedo y con respeto, pues temía no encajar y no dar el perfil. Ahora solo le tengo respeto. Me introduje dentro del teatro clásico porque conozco a Borja y me dijo ven. Ahora se me está abriendo un camino muy importante por delante. Es muy gratificante poder decir un buen texto sobre el escenario, en el que todo encaje. Y eso, que es maravilloso, el teatro clásico lo tiene garantizado.
P: ¿Qué es Lope de Vega para Teté Delgado?
R: Antes de interpretar mi papel me he impregnado de Lope de Vega, yendo hasta su casa, conociendo su historia, etc. Todo ello me ayudó a meterme en ese tiempo y en su época. Lope me parece muy ingenioso.
P: ¿Has tenido que renunciar a algo en su vida para dedicarse a la interpretación?
R: Claro que sí. Pero sarna con gusto, no pica. He tenido buenos momentos y otros no tan buenos, regulares y malos. En esta profesión es muy difícil tener tiempo y dinero a la vez. Por tanto, renuncias a hacer planes a medio y largo plazo, haciéndolos a corto, pues nunca sabes lo que te va a pasar.
