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‘El Ventanuco’, historia para no cerrar heridas en falso

Portada de El Ventanuco

“Era una necesidad vital”. De este modo explica Ángel Luis López, historiador y decano de la Facultad de Periodismo de Cuenca, el origen de El Ventanuco. Tras la huellas de un maestro republicano’, un retrato la sociedad y política de Almagro durante los años previos de la Segunda República, en la II República y en la primera etapa del Franquismo.

Su abuelo, Gervasio Alberto López Crespo, un maestro republicano represaliado ejerce como hilo conductor de una investigación que ha permitido conocer al historiador la transformación de un pueblo a partir del 18 de julio de 1936. “Antes de esa fecha no había violencia política, ni religiosa, hubo conflicto social pero no violencia como otros pueblos de la provincia. Almagro era un pueblo pacífico, sin embargo a partir 18 julio con nuevos actores y circunstancias se volvió muy violento y he tratado de dar respuesta en el libro y entender esta época”.

El deseo de Angel Luis era conocer cómo a su abuelo, un republicano católico, de orden, se le acaba acusando poco menos de ser el instigador de la violencia revolucionaria en Almagro. Mientras defendía la República en el frente del Jarama, su familia era víctima de la venganza popular. Sufrió la persecución de las autoridades locales del Frente Popular, pese a hacer encarnado, como el que más en Almagro, el ideario y el imaginario republicano.

Para conocer la esencia de la historia de su abuelo, Angel Luis ha contado con la colaboración de su padre, de 93. Su memoria se ha convertido en una fuente fundamental y ha permitido conocer datos que no recoge ninguna documentación, como el que da nombre al libro. ‘El ventanuco’ se refiere a la cárcel improvisada en la que permaneció durante cuatro meses Gervasio Alberto. Era la sede del antiguo Ateneo Libertario, que en la actualidad es un solar frente al Ayuntamiento.

Angel Luis ha querido hacer partícipe a su padre de la investigación y mostrarle con documentos que muchas de las cosas que llevaron a la cárcel y a la muerte a Gervasio Alberto eran mentira.

Para el historiador la creación de esta obra ha sido muy emotiva y resalta como su padre representaba la idealización para mantener la memoria de su progenitor, mientras que otras familias esta negra etapa la preferían ocultar con la actitud lógica y humana de sobrevivir.

Angel Luis subraya que pese a que el hilo conductor es su abuelo, los documentos y los testimonios le han ido conduciendo a conocer este duro periodo de la etapa de Almagro. Una labor que le ha quitado muchas noches el sueño cuando leía los expedientes de su abuelo y otras personas de quien conoce sus descendientes, así como los episodios de los asesinatos de dominicos y de derechistas.

“Es muy duro, pero la historia hay que conocerla con toda su dureza y sólo se olvida aquello que se conoce. Las heridas sólo cicatrizan si se quita todo el pus, no cerrando en falso. La historia a veces duele y no gusta, sólo así se puede superar”, concluye Angel Luis López Villaverde.

La presentación del libro será este jueves a las 19:30 en el Museo López Villaseñor.

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