El BM Aguilar es uno de los clásicos del grupo F de Primera Nacional. Los cordobeses están completamente asentados en la categoría y año tras año miran hacia arriba, intentando dar el estirón suficiente como para pelear por un ascenso. Esta temporada lo han vuelto a hacer. Se presentan este sábado en el Quijote Arena como uno de los favoritos, una piedra de toque adecuada para un Caserío que no renuncia a pelear con los mejores.
“Hemos tenido un inicio complicado”, asegura el míster casero, Santi Urdiales, quien define a su rival de esta jornada como “muy complicado. Mantiene el bloque de la pasada temporada y se ha reforzado con jugadores importantes de verdad, como Óscar García, el segundo máximo goleador de la pasada temporada. Además, han llegado jugadores con experiencia en Plata. Tienen un gran potencial y probablemente termine arrriba”.
“El objetivo”, continúa Urdiales, “es mejorar la imagen que ofrecimos en el primer partido en casa ante el Cajasur. El grupo está muy igualado, tenemos que ser sólidos y poner sobre la mesa nuestro estilo: defensa agresiva y rapidez”. El técnico amarillo cree que “es pronto para vaticinar dónde podemos acabar esta temporada. Estamos lejos de lo que podemos dar. Muchos días me voy cabreado a casa porque soy muy exigente y sé que tenemos potencial. Los equipos jóvenes como el nuestro tenemos que trabajar mucho en los entrenamientos, pero en líneas generales estoy contento, porque vamos asumiendo el concepto de lo que tenemos que ser”.
Para el choque, Urdiales no podrá contar con Alberto Ruiz, que sigue con la recuperación tras su operación en un hombro, ni con los lesionados Cayetano y Kiko.
Quique Torres, una de las jóvenes promesas amarillas, considera que “somos jóvenes, pero eso no puede ser una excusa. Aguilar es uno de los equipos fuertes del grupo y tenemos que ofrecer nuestra mejor versión para ganar”.