Agricultores del oeste de la provincia han decidido tomar las riendas en Ciudad Real de las protestas por los bajos precios agrarios, especialmente bajos este año, que están a punto de arruinar las explotaciones que aún resisten. Y lo harán con una sonora tractorada el lunes en la N-430 en Puebla de Don Rodrigo.
La marcha, “sin siglas políticas ni de ninguna organización agraria”, señala uno de los promotores Carmelo Pizarro, ganadero y agricultor de Agudo, complicará el tráfico entre Puebla de Don Rodrigo y el Puente de Retama entre las 10 y las 13.00 horas del lunes, por lo que piden disculpas y “comprensión” a los camioneros y al resto de conductores.
“Estamos con la soga al cuello”
“Los bajos precios son nuestra ruina, estamos cansados de aguantar, tenemos miedo a los recortes de la PAC y estamos con la soga al cuello”, señala Pizarro, agricultor y ganadero de Agudo de 40 años que hasta ahora ha podido resistir con la explotación que heredó de sus antepasados, pero no sabe por cuánto tiempo.
Costes de 2020, precios de 1980
Propietario de una cabaña ganadera de vacas y ovejas, Pizarro también cultiva olivar y cereal, como ha hecho durante generaciones su familia. “La diferencia es que nosotros compramos lo que necesitamos para nuestra explotación a precios de 2020 y lo que producimos nos lo pagan como en 1980”.
Según dice ha repasado apuntes de su padre de hace más de treinta años, “entonces vendía un cordero a unas 8.000 pesetas, lo que vale ahora en euros, 50 o 60, no más; y la cebada a 27 pesetas, por no hablar de que el precio del aceite este año está por los suelos”, se lamenta.
La primera protesta en la provincia
Los convocantes confían en poner en circulación un centenar de tractores el lunes de localidades como Agudo, Puebla, Abenójar, Saceruela o Arroba de los Montes, los suficientes para visibilizar su protesta, la primera por los bajos precios en la provincia de Ciudad Real.
Cada participante tiene libertad para llevar su pancarta, sin que aparezcan siglas de ningún partido ni organización agraria. Esperan que la manifestación ayude a redimensionar el problema en Ciudad Real, latente este invierno en muchas otras provincias españolas. “Claro que el Gobierno puede hacer algo, pueden hacer muchas cosas por nosotros”. Ellos no piensan seguir con los brazos cruzados.