El trompetista se fundió con el elocuente, detallista, didáctico, reivindicativo, emprendedor o madridista, durante más de dos horas y media. La presentación del primer disco de Manuel Blanco, ‘Fearless’, fue lo que prometió. Las más de 500 personas que casi dejan pequeño el salón principal del restaurante Casa Pepe quedaron atrapadas por la fuerza del trompeta solista de la Orquesta Nacional de España.
Una fuerza gravitatoria. Una estrella, que sería mucho más popular en otros países, como EEUU, Alemania o Reino Unido, y que cada vez que se sube a un escenario y coge un micrófono hace que todo fluya a su alrededor.
A cada pregunta del periodista Ismael Terriza, maestro de ceremonias, Blanco le daba su tiempo, la contextualizaba, la matizaba, la sentía y, lo más importante, su respuesta dejaba un poso.
Lo mismo que hizo cada vez que tocó su trompeta en solitario, o con una banda de latin-jazz, que ya solo merecía el precio de la entrada, o con su mujer María, o con la mágica voz de Pilar Jurado.
El piano de Pepe Rivero, el contrabajo de Pepe Rivero, la batería de Moisés Porro o la trompeta de Manuel Machado enriquecieron esas piezas, muchas de ellas con dedicatorias especiales. Sus abuelas, sus padres, sus suegros, sus familiares, sus paisanos, la mujer de José Crespo, gerente de Casa Pepe, sintieron esa cercanía de Blanco, que después se pasó casi dos horas firmando discos.
Felpeto y Caballero, en el concierto
Y entre tanto, bromeó con algún amigo que se confundió de restaurante por otro que tiene el mismo nombre cerca de Despeñaperros; agradeció la presencia del consejero de Educación, Ángel Felpeto o del presidente de la Diputación Provincial, José Manuel Caballero; y además compartió varias exclusivas.
Por un lado, las conversaciones que mantiene para celebrar un concierto con Plácido Domingo en el Wizink Center, y de forma paralela, tocar el himno del Real Madrid en el centro del Santiago Bernabeu, y por otro, su designación como profesor de la cátedra de trompeta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que preside la filántropa Paloma O´Shea.
Algunos ejemplos de una agenda en la que ya tiene fechas anotadas hasta 2020 y que aún así le deja tiempo para conocer y hacerse amigo al artista Mikel Urmeneta, uno de los 100 personajes más creativos del mundo por la revista Forbes, que ha diseñado un logo para ‘Fearless’ y que tampoco quiso perderse esta presentación.
Tapas en homenaje a los trompetistas que han marcado a Manuel Blanco
En la velada continuó un cóctel donde cada tapa rendía homenaje a los trompetistas que más han marcado la carrera meteórica del chaval que ensayaba en un patio de la calle Padre López, que cada vez que puede se une a la banda de su pueblo, y que está llamado a romper los corsés de la música clásica en España.
Pero con los invitados que había era difícil que la música dejará de sonar. La guinda la puso con varias horas de improvisación gracias a la banda de genios cubanos y su jazz latino como banda sonora, y con el violinista Pablo Navarro desde las alturas maridando el rock con su clásico instrumento. El momento cumbre fue cuando desde ese gallinero de Casa Pepe, al violinista se sumó en dúo Manuel Blanco. Y desde esa atalaya inundaron el salón con ‘Suspiros de España’. Era el final perfecto y, sin embargo, aún quedaba madrugada.
Así se las gasta este daimieleño, un artista global que no hay que perderse en oportunidades como ésta, una experiencia que solo hace falta paladearla para entenderla. Como el buen vino o el jamón ibérico. Manuel Blanco y nada más.