Mucho que conmemorar en un único cartel transmisor de la “ilusión renovada” de la Navidad, objetivo que persigue la obra del pintor sevillano César Ramírez, considerado “uno de los mejores cartelistas” del país, que fue presentada este sábado en el antiguo Casino.
En su óleo sobre lienzo, aparece como portal la Puerta de Toledo, símbolo de la plaza amurallada que fue Ciudad Real, y flanqueando a la Sagrada Familia dos reyes, si no magos, sí de gran relevancia y transcendencia para esta localidad, uno de ellos ‘Sabio’ que la fundó como Alfonso X, de cuyo nacimiento se celebra el VIII Centenario, y el otro Juan II que le otorgó el título de ciudad hace 600 años.
El perfil de María es el de la Virgen del Prado que mira a San José sosteniendo en sus brazos al Niño Jesús, protagonismo en homenaje al ‘Año de San José’ declarado por el Papa Francisco por el 150 aniversario de su designación como Patrono de la Iglesia universal, comentó el propio autor del cartel anunciador, que desveló que el trío central de figuras está inspirado en la obra pictórica del artista del siglo XVII Philippe de Champagne.
Así mismo, incluye en primer plano la figura de un galgo atigrado, como símbolo de la fidelidad, el carácter noble de esta raza y su relación con esta tierra y el universal ingenioso hidalgo, y en la parte superior aparece una gloria de ángeles murillescos que sostienen filacterias con el lema ‘Muy noble y leal’ dispuestas en forma de equis en alusión al décimo aniversario de la creación de la Asociación de Belenistas de Ciudad Real. En el fondo verde turquesa se pueden apreciar emblemáticas torres como las de la Catedral, Santiago y San Pedro y los pináculos del Ayuntamiento, comentó Ramírez, que destacó que el sentido primordial de esta obra es el de ver “más allá de los ojos, mirar con el corazón y descubrir que el Rey de Reyes ha llegado a la ciudad de Reyes”.
Con el periodista David Centellas como presentador del acto de puesta de largo del Cartel de Navidad y exaltación lírica de estas fechas festivas a cargo de Juan Luis Huertas, en el encuentro se recordó cómo hace justo una década seis amigos se animaron a divulgar la tradición de los montajes de belenes a través de una asociación que cuenta ya con cerca de cuarenta socios y que ha montado hasta veintiún nacimientos en enclaves como el Palacio de Medrano, la Catedral y el antiguo Casino, siempre con un fin solidario en favor de entidades que trabajan con niños y familias vulnerables.
Su nuevo Belén, que se inaugura este domingo, es el mayor que han realizado, de ochenta metros cuadrados y trescientas figuras, recreando la amurallada Ciudad Real de la época medieval, comentó Centellas, que destacó las numerosas horas de trabajo para su montaje de la Asociación que, por otra parte, nombró como maestros belenistas a Manuel Torres Rodríguez y Manuel Casas Heredia.
Elogios a la Virgen María como llano en la montaña, faro que guía y portadora de pureza y mensaje de paz, pronunció Huertas en su exaltación lírica de una Navidad con la que comienza una vida nueva y vuelve a brillar una luz que ojalá se lleve por fin el Covid y encienda de solidaridad los corazones hacia quienes llegan a España jugándose la vida como en pateras, a quienes se les cierran las puertas como a José y María.
La Navidad es solidaridad, amor, familia y búsqueda de la inocencia con la catequesis que reportan los Nacimientos, obras efímeras y “sublimes en belleza” gracias a los belenistas que “nos llevan de la mano”, con el rigor, mimo y sutileza con el que montan los belenes, en un mensaje de esperanza. Huertas se refirió a San José como ejemplo a seguir como protector de la justicia y dignidad que debe tener todo ser humano, recordó tiempos de infancia de pedir el aguinaldo y montar con ilusión el belén, recreó por las calles de Ciudad Real el recorrido de José y María buscando posada soñando que “el Rey de los cielos” nacía en La Mancha y relató su carta a los Reyes Magos pidiendo salud, la superación de la pandemia, templanza para soportar injusticias, el respeto a actividades como la caza, aficiones como la tauromaquia, tradiciones como los belenes y la educación cristiana, trabajo para quienes lo necesitan para progresar en la vida y muchos juguetes para los niños para que tengan “un futuro sin maldad lleno de cosas bonitas con las que poder jugar”.
La Asociación de Belenistas, presidida por Antonio Vich, entregó diplomas a Huertas y Ramírez, y obsequió al Ayuntamiento por su apoyo con un Nacimiento de José Luis Mayo Nebrija, recogido por la alcaldesa, Eva María Masías, que, emocionada, dijo que participar en este evento, en su primer año como primer edil y los sentimientos expresados, fue como el anticipado mejor regalo de Reyes.
Masías deseó a todos una Navidad feliz, en paz y cargada de esperanza, elogió la obra de Ramírez que “nos introduce a través del arte en la Navidad” y refleja en un lienzo la grandeza, historia e idiosincrasia de esta ciudad, y destacó que las fechas navideñas son un tiempo de reunión y generosidad, en especial con los más frágiles de la sociedad, y a ponerse al servicio de quienes más lo necesitan.
El acto culminó con la gracia, salero y potente energía del cordobés Coro Yerbabuena, con dieciséis músicos y cantantes, que interpretaron, entre otros villancicos, ‘El belén del abuelo’, ‘Los tres Magos’ y ‘Nació en Belén’, estrenó la composición ‘Vuelve la Navidad’, humedeció el lagrimal con ‘Dónde está mi estrella’ y finalizó su directo por todo lo alto, por bulerías, para deleitar en el bis con ‘Campanitas de Navidad’.