Porque hay celebraciones, tradiciones…, contra las que no puede ni el coronavirus, el ciudadrealeño Barrio de los Ángeles vivía este domingo, dos de agosto, el “día grande” de sus fiestas en honor a Nuestra Señora de los Ángeles, titular del mismo y lo hacía cumpliendo siempre las medidas de seguridad e higiene al máximo, siendo conscientes tanto los vecinos cómo la hermandad de la Virgen, de que hemos de velar no sólo por la salud de cada uno de nosotros, sino por la de quien vive a nuestro lado.
En un día en el que la Reina del Barrio hubiese recorrido sus calles, -cómo ya es tradición-, se celebraron tres Eucaristías: la primera a las nueve y media de la mañana, la segunda a las doce y media del mediodía, y la tercera, -la función solemne-, a las nueve de la tarde. Esta estuvo presidida por Juan Carlos Fernández de Simón Soriano, con quien concelebró el sacerdote, -párroco de la comunidad en tiempos pasados-, Francisco Romero García. Hay que decir que el presidente, -Fernández de Simón Soriano-, pronunció una emotiva homilía y que le acompañamiento musical corrió a cargo de Pedro Pablo López Hervás, organista de la Santa Iglesia Catedral Basílica, al piano, y de la soprano Patricia Gozalo, que al final de la Santa Misa entonó el Ave María. Obviamente, en las tres celebraciones litúrgicas, se procedió a la desinfección de manos y pies de los fieles que deseaban acceder al templo, así como de los bancos que habían de ocupar aquellos, recordando que en este templo, y para mayor seguridad de los feligreses, aún se ocupa únicamente el cincuenta por ciento de su aforo.
María en las calles
Aunque, -atendiendo a las medidas de seguridad e higiene-, Nuestra Señora de los Ángeles no desfiló en la tarde-noche dominical por las calles de la barriada, sí es verdad que se notó su presencia en las calles. Se han podido apreciar muestras de cariño tales que la colocación de “balconeras” con su imagen en muchísimos balcones; la multitudinaria ofrenda de flores, por parte de los vecinos, que se fueron colocando a los pies de la Virgen; el encendido de velas votivas, que no solamente iluminaban el altar sobre el que reposaba la talla, sino las puertas de los feligreses de la calle Andalucía, justo en el tiempo que la Patrona hubiese invertido en recorrer dicho trayecto; plegarias que surgían de enfervorizados corazones…, el Barrio de los Ángeles quiere a su reina, a su protectora celestial, a su intermediaria en la relación con el Hijo…, y una última muestra, que realmente nos emocionó, fue la constante asistencia de fieles al templo, ya que este permaneció abierto durante varias horas, tanto por la mañana cómo por la tarde.
Nosotros, desde lanzadigital, presentamos nuestra particular plegaria a la Santísima Virgen y le pedimos que, por su intercesión, el próximo año podamos gozar de una absoluta normalidad.