La protectora de animales La Bienvenida de Ciudad Real ha conseguido en los tribunales que dos personas paguen por el grave maltrato que sufrieron dos perras de caza en el año 2016, un caso que salió a la luz a raíz de la denuncia de varios voluntarios.
“Ponemos muchas denuncias, pero pocas prosperan porque los perros abandonados no tiene chip y no se puede encontrar o probar la culpabilidad de los responsables. Además tampoco habido tanta sensibilización como ahora”, afirma Mercedes Horta, voluntaria ya desvinculada de la protectora, que se hizo cargo de las dos podencas que dieron pie al proceso judicial, más su hermano, rescatado días después: Raíz, Tierra y Bosque.
Desnutridos y sarnosos
En junio de 2016 una persona vio a otras dos sacar de una furgoneta, con la matrícula tapada, y abandonar en el campus universitario de Ciudad Real a dos perras con sarna y desnutridas, de las que se hicieron cargo voluntarios de La Bienvenida (les tuvieron que pagar un alojamiento especial porque no podían estar en las dependencias de la protectora), y denunciaron el caso a la Policía Nacional, que derivó la investigación al Seprona de la Guardia Civil.
A los pocos días los voluntarios se hicieron cargo de otro perro de la misma camada, Bosque, en las mismas malas condiciones que sus hermanas, y empezó la investigación judicial.
Buena investigación del Seprona
“Esta vez la Guardia Civil se tomó el caso muy en serio e hicieron una magnífica investigación, gracias a ella se pudo localizar a los responsables y acusarles de maltrato animal”, remarca la voluntaria.
Un padre y un hijo de Miguelturra
Esta semana un padre y un hijo de Miguelturra, el primero reincidente por maltrato animal, han aceptado una condena de un año de prisión cada uno por dos delitos de maltrato animal, y cuatro de inhabilitación para la tenencia de animales de cualquier tipo, ante el juzgado de lo Penal 1 de Ciudad Real.
Al padre se le impone además una sanción adicional de 30 días de servicios sociales como voluntario en una protectora y pagar los gastos del cuidado de las perras abandonadas (estuvieron en una residencia canina).
“La sentencia está muy bien, pero nos preocupa que estas personas, que se dedican a las rehalas y no tiene animales como mascotas, sigan haciendo lo mismo”.
Raíz, Tierra y Bosque viven en Madrid y Burgos
Raíz, Tierra y Bosque, cuyas fotografías circularon por toda España a través de medios de comunicación como Lanza y las redes sociales de la protectora de Ciudad Real, están vivos y felices acogidos por familias de Madrid (las perritas) y Burgos, con las que Mercedes sigue manteniendo contacto.
El caso provocó además una oleada de solidaridad en las primeras semanas y de cuidados voluntarios de muchas personas a estos animales.
La sentencia de este proceso se da a conocer este 10 de diciembre, Día Mundial de los Animales, a además de los Derechos Humanos. El panorama en España respecto a la sensibilización del cuidado animal ha cambiado en estos años, en los que también se han endurecido este tipo delitos, pero los datos contradicen la mejoría de sensibilización social.
Cada 5 minutos se abandona un animal
En 2018 la Fundación Affinity estimó que 113.217 perros y gatos fueron recogidos por protectoras de animales y centros municipales. Un dato que amplía todavía más Fapam (Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal) que en 2019 valoró que el número real de abandonos podía rebasar la barrera de los 300.000. Lo que significa que cada cinco minutos se estaría abandonado un animal en España”, según datos de Wamiz, el portal web de los animales de compañía.
Y todo pese a que existe una Dirección General de los Derechos de los Animales, “un organismo institucional público que resulta una completa novedad en el marco político”, informa Wamiz en el comunicado de este año por el Día Mundial de los Animales.