Icono del sitio

Ana Belén Parra: “La caza no es solo cosa de hombres, cada vez se ven más mujeres”

mujer caza JJ

Ana Belén Parra, cazadora y amante de la naturaleza de Viso del Marqués, forma parte de ese grupo de entre 18 y 19.000 aficionados con licencia en la provincia –según datos de la Federación de Caza- que el pasado 21 de febrero colgaron la escopeta por el fin de la temporada hasta que se abra alguna nueva veda o permiso.

Parra es especial porque es mujer, “no muchas en este sector”, admite, y pionera en la gestión en la que esta temporada se ha estrenado como “orgánica” (la persona que se encarga de la gestión cinegética y comercializa batidas) cumpliendo así un sueño de la infancia.

“El día que no puedo salir al campo a ver un comedero o echar agua en un bebedero me falta algo”, explica. Su enganche con la naturaleza empezó a los seis años. “Mi padre no es muy aficionado, aunque tiene escopeta y toda su vida ha trabajado en el campo de guarda rural. Cuando tenía seis años vivíamos en Retuerta del Bullaque y lo trasladaron a la finca pública [propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales] Encomienda de Mudela, de guarda de las parcelas”.

De guarda a los 16 años

El impacto con el campo fue tan grande en esa comarca de las estribaciones de Sierra Morena y “los bichos” que Ana Belén recuerda ponerse a llorar si su padre salía sin ella y la dejaba en el cortijo. Diez años después, a los 16, ella misma empezó a trabajar de guarda en las parcelas de la gran finca estatal, célebre por ser uno de los cotos en los que ha cazado el rey emérito Juan Carlos, se sacó el permiso de armas y empezó a practicar su afición, que años después se incrementó al echarse un novio cazador, ahora marido, con el que comparte fines de semana de monterías y recechos. En su caso no está claro quién es más aficionado, “siempre vamos juntos, y muchas veces soy yo quien lo empuja a ir de cacería cada fin de semana”.

“No somos muchas cazadoras, pero cada vez somos más”

Parra no se siente extraña ni rara en el ambiente, “no somos muchas mujeres cazadoras pero cada vez somos más y estamos en todos los ámbitos; la caza mayor, la menor, las rehalas… orgánicas de cotos no conozco a ninguna, pero vamos, imagino que las habrá”.

Desde hace tiempo es socia junto con su marido y seis personas más de una finca de setecientas hectáreas en Viso del Marqués, el cortijo Jimena en la que pueden practicar su afición, y en esta temporada 2017-2018 ha dado un paso más: organizar una cacería.

Una espina que por fin se ha quitado

“Tengo 39 años y siempre había querido lanzarme a la gestión cinegética. El año pasado surgió la oportunidad y me quedé con la mancha que gestionan los  colonos de la Encomienda de Mudela para dar una montería, firmé el contrato en septiembre y di la montería en noviembre, el día 12”. Así ha conseguido quitarse una espina que según dice tenía clavada desde hace tiempo, aunque reconoce que las cosas no salieron como esperaba.

“Vendí 65 puestos para montear jabalí y ciervo, pero el día fue de pleno verano y las cosas no salieron lo bien que me hubiera gustado, me hundí”, reconoce. Tres meses después de aquel estreno, con los ánimos renovados y la posibilidad de “corregir errores”, dice, esta intrépida cazadora no descarta volver a intentarlo. Es una buena mancha, el terreno está muy próximo al que ya tienen arrendado “y eso es una ventaja porque este trabajo necesita mucho tiempo, mucha dedicación y me veo capacitada para hacerlo”, de modo que volverá a probar, aunque esta vez quiere quedarse con la gestión de toda la temporada cinegética.

Defensora activa de las cazadoras

Parra, que también ha aficionado a sus hijos y que insiste: “me como todo lo que mató”, también es una defensora muy activa de la mujer y la caza, del consumo de la carne y de todo lo que tiene que ver con una actividad que le apasiona, de modo que por segundo año consecutivo, en esta ocasión como presidenta de Amfar en Viso del Marqués, ha hecho de anfitriona de las segundas jornadas Mujer y Caza que se celebraron el sábado pasado en la localidad.

En el año 2016 la caza generó 634 millones de euros en Castilla-La Mancha, el 51 por ciento del total de riqueza que este sector creó a nivel nacional durante ese periodo, según los últimos datos oficiales de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente que ha patrocinado un estudio de la Fundación Artemisan. Ese dinero supuso el 1,7 del PIB de la región.

La Encomienda de Mudela, de 17.000 hectáreas, en los términos de Calzada de Calatrava, Santa Cruz de Mudela y Viso del Marqués es una finca de propiedad estatal que dirige el Organismo Autónomo Parques Nacionales, sobre parte de ese territorio tienen derechos alrededor de unos 239 colonos.

Salir de la versión móvil