Más de mil kilos de cebollas serán donadas por el novillero Carlos Aranda, a los bares y restaurantes de la localidad de Daimiel y localidades vecinas como, entre otras, Manzanares y Torralba Calatrava con el objetivo de que puedan utilizarlas en sus cocinas y uso diario, y así poder contribuir a la recuperación del sector.
El novillero Carlos Aranda, una vez más comprometido con su localidad, y en esta ocasión con el sector hostelero ya que en esta pandemia es uno de los más perjudicados debido al cierre de los mismos durante largos períodos de tiempo, ha decido donar más de 1.000 kilos de cebollas, originarias de la localidad, con el objetivo de aportar su pequeño granito de arena entre los hosteleros de la localidad.
Aranda se mostró muy satisfecho de poder aportar y contribuir con más de veinticinco establecimientos de la localidad y otros fuera de ella, ya que las empresas de Daimiel, tanto del sector hostelero, como otros sectores, “siempre que lo he necesitado han estado a disposición de mi persona para lo que he necesitado. Por lo que creo, que en esta ocasión hay que ‘coger el toro por los cuernos’”.
También hizo hincapié, siendo consciente de la complicada situación sanitaria en la que nos encontramos, que ningún sector puede quedarse atrás. “Con cabeza y con las limitaciones correspondientes, pero todos debemos funcionar, hay que adaptarse a una nueva forma de vida, respetando las medidas oportunas, pero es momento de empezar a retomar la actividad tanto de espectáculos, como festejos taurinos utilizando recintos abiertos, semicerrados, con control de aforo…”