Acaba de terminar la temporada “más dura con diferencia” para Jordi López, que felizmente ha deparado la permanencia del equipo tras muchos avatares. Aunque se anuncian unos días de descanso para despejar la mente después de tantas emociones, el presidente no oculta que le gustaría contar una temporada más con el artífice de la salvación, Sergio Campos, y a partir de ahí comenzar con el nuevo proyecto.
“Ha sido la temporada más dura psicológicamente con muchísima diferencia, sobre todo por la primera etapa que vivimos con Josico, fue durísimo, por los resultados, por la organización del club, por muchas cosas. Después, cuando empezamos a remontar, todas las jornadas eran una final y tenemos un desgaste importante”.
Al final ha merecido la pena tanto sufrimiento, ha salido todo bien y el equipo ha conseguido el objetivo que era la permanencia. “Ahí lo dicen los números del segundo tramo de temporada, de los mejores en la segunda vuelta y los únicos de los cuatro castellano-manchegos que hemos conseguido salvar la categoría, lo que dice del potencial de este grupo, con unos presupuestos que nos cuadruplican o quintuplican”.
Cuando se cesa a Josico en diciembre, era difícil pensar en poder salvar la temporada pues “si soy realista cuando cesamos a Josico, que fue la decisión más acertada que tomó el club, junto con las bajas que dimos de jugadores que parecía que no estaban muy involucrados, es cierto que lo veíamos muy difícil, pero con la llegada de Vicente Martínez, nuestro coach y paisano [reside en Menorca desde los 15 años y ha realizado labores de coach en equipos de élite como Mallorca, Granada o Palma Futsal] que se brindó para echarnos un cable, lo cual le agradezco, poco a poco nos fue cambiando la mentalidad, no solo a los jugadores, sino también a la directiva, pero hay que destacar el trabajo de Sergio que ha sido encomiable”.
Aunque se cometieron errores, luego se tomaron decisiones muy acertadas que han sido providenciales. “Pablo (director deportivo) fue el que dijo que Sergio estaba capacitado para el reto, hablamos con futbolistas y ellos apoyaban la decisión porque confiaban mucho en él, había muy buena sintonía con ellos, empezamos a conseguir victorias, el equipo fue creciendo y fue una decisión superacertada en el momento justo, quizá una semana o dos más tarde no estaríamos hablando de la salvación”.
Para el máximo mandatario azulón, el momento en el que se empezó a palpar que la salvación era posible fue “cuando nos enfrentamos a los equipos de arriba en casa y el equipo físicamente estaba muy bien y ganamos a rivales de la entidad de Hércules, La Nucía, Intercity, empecé a creer que esto podía ser posible”.
Con la temporada recién acabada, sin apenas saborear lo conseguido, en el fútbol no cabe otra cosa que mirar al día siguiente y ese día es el próximo proyecto del equipo, de nuevo en Segunda RFEF, en este aspecto “hemos tenido un desgaste bastante importante, le he dicho a mi directiva que tenemos que tomarnos unos días para resetear, oxigenar la mente, descansar e intentar tomar decisiones acertadas y no caer en el error de la temporada pasada que tomamos decisiones muy equivocadas con personas que no estuvieron a la altura del club, pero a mí me gustaría que el inquilino del banquillo de la Unión Deportiva Socuéllamos por supuesto fuera Sergio Campos, porque lo veo muy capacitado y muy involucrado con el club”.