El alcalde de Almagro, Daniel Reina y el concejal de Cultura, Dionisio Muñoz, se despedían este miércoles de las tres monjas de clausura dominicas que quedan en la Encarnación ya que el próximo 11 de octubre partirán hacia el convento de La Solana. Con su partida, debido a su edad avanzada y a la falta de vocaciones, se pondrá fin a la presencia de los Dominicos en Almagro.
Con la Orden de los Dominicos como propietaria de este monasterio fundado en 1573, el Ayuntamiento tendrá que abordar el futuro del convento de la Encarnación, un edificio que está situado en el centro de Almagro en el que destaca su iglesia renacentista y un importante patrimonio en el que sobresalen obras de arte de gran interés artístico. Es el caso de la Capilla de los Orduña, con unas pinturas murales, muy deterioradas, que se atribuyen a los pintores Perola, almagreños de ascendencia italiana, como ha publicado el periodista Francisco José Martínez Carrión, uno de los mayores conocedores y defensores del patrimonio almagreño
A la espera del contacto
El concejal de Cultura reconocía a preguntas de este digital que no había sido abordado el futuro del edificio con las religiosas durante la reunión al no ser las propietarias, señalando que desde el Ayuntamiento estaban a la espera de contactar con la persona que lleva estos asuntos dentro de la Orden dominica para conocer el proyecto que tienen previsto para el convento de la Encarnación.
La salida de las tres únicas monjas ha puesto la pelota en el tejado del Ayuntamiento de Almagro para trabajar en la búsqueda de la mejor salida para un edificio que está situado en el centro de la localidad y que muchos verían como la sede del futuro Museo de Almagro, un proyecto que formaba parte las propuestas electorales del PSOE en la pasada campaña electoral.
Perder alguno de sus tesoros
Por último, Martínez Carrión recordaba hace unos días que, tal y como sucedió tras la marcha de los dominicos del convento de La Asunción, «Almagro corre el riesgo ahora de perder algunos de sus tesoros artísticos más importantes» y lamentaba que como la propiedad del inmueble y los objetos son de la orden y «con el antecedente del convento de La Asunción, es muy de temer que estas obras de arte que han sido admiradas y veneradas por los almagreños durante 450 años ahora se marchen de la ciudad».