Durante unos años parece que la moda entre algunos nutricionistas, o mejor dicho dietistas, demonizar el pan fue uno de los objetivos, cuando realmente es un alimento fundamental que supone una importante fuente importante de hidratos de carbono, hierro, magnesio o potasio, de forma que es importante no prescindir de él en ningún tipo de dieta.
En este Día Mundial del Pan es bueno recordar que, aunque los mitos hablan de que el pan engorda, pero lo que realmente engorda es consumir más calorías de las que consumimos, y este producto no es precisamente de los que tienen un valor calórico más alto sino que ocurre como en todo: Hay que consumirlo en su justa medida y no abusar de él como de ningún otro alimento.
Mil razones para consumir pan
Hay mil razones fundamentales que avalan la importancia de consumir pan a lo largo del día -ya que es un producto tan versátil que sirve para el desayuno, comida, cena o merienda- es que se consume ya desde la prehistoria y forma parte de una de las mejores dietas que se conocen en el mundo: la dieta mediterránea.
Además, el pan es fuente de fibra -que regula la digestión y previene enfermedades-, hidratos de carbono que suponen la energía que el cuerpo necesita para funcionar, por no hablar de que sirve como potenciador de sabores, de forma que provoca una mejor consistencia, por ejemplo, en productos picantes como los pimientos u otros como el aceite o el chorizo.