La feria y fiestas 2018 de Ciudad Real ha sido “mejor” para los hosteleros de la capital que la de ediciones pasadas. Han hecho más números, no ha habido incidentes graves, y las actividades han tenido mejor acogida, incluso las que empezaron con polémica como la de cobrar en las casetas.
“Cobrar a partir de una hora por acceder a un espacio con consumición, nos parece una decisión lógica empresarial que además ha tenido buena acogida”, asegura Cristina Miranda, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería. “Nuestros empresarios están contentos, hay otro tipo de espacios durante la feria en los que las actividades son gratuitas”.
La inversión en la carpa es fuerte
Este año se ha instalado una única caseta, con música común, y seis o siete empresarios con barra dentro de ella. “Veo lógico y normal que si el hostelero hace un gasto tan fuerte como el de montar el espacio, pagar seguros, contratar seguridad privada y pagar por los derechos de la música no sea completamente gratuito. Hay que recordar que en las casetas sólo se cobraba por acceder a partir de una hora y con derecho a consumición”.
“Un ocio más cómodo”
Miranda incide además en que ha habido más público y opina que “esta fórmula también ha sido mejor para garantizar un ocio más cómodo para el cliente que está dentro”. El cambio en el diseño se hizo a propuesta de un grupo de empresarios al Ayuntamiento que autorizó la explotación.
La Asociación Provincial de Hostelería también valora los ‘mahouñaneos’ en las terrazas de los cuatro bares de la avenida del Rey Santo. Una novedad este año, promovida por la cervecera Mahou, que celebran “por lo que supone involucrar a la ciudad en las fiestas patronales”.
‘Mahouñaneos’: “brutal” e “impresionante”
Los más entusiastas con esta forma de tomar el aperitivo alternativa al ‘baile del vermú’ de la plaza Mayor (a tope un año más), son los bares protagonistas que recurren a términos como “brutal” e “impresionante” para explicar cómo se les ha dado.
Contratos extra en la avenida del Rey Santo
“Las mediodías han sido escandalosas, impresionantes, creo que para otro año si repetimos debemos estar más preparados”, explica Emiliano Rincón, propietario del bar Trini, un clásico de la avenida que nunca cierra en feria. La intensa actividad de los nueve días de ‘mahouñaneo’ la sobrellevaron reforzando la plantilla con dos personas más.
El Miami Gastro califica de “éxito rotundo” los ‘mahouñaneos’. “Tenemos la sensación de que hemos trabajado divinamente, algo que sólo pasa cuando se celebra un buen evento que atrae a la gente; además el ambiente ha sido espléndido”.
Según explica la portavoz del local esta ha sido su mejor feria desde que abrieron en la calle hace ocho años. “Ha sido brutal, en otras ediciones hemos notado que venía más gente el fin de semana de los toros o a primera hora de la tarde después del vermú, pero lo del cañeo de este verano ha sido atípico”.
Han trabajado tanto que han contratado a tres personas más como refuerzo, “pero si hubiéramos contratado a otros cinco también nos habrían hecho falta”.
Para este bar todo en la organización ha sido perfecto, los toldos, las actuaciones musicales y el corte al tráfico de la avenida de 13.00 a 16.30 horas. A mejorar para una próxima edición: “que la música no acabe a las cuatro de la tarde”.