“No venimos aquí a hacer unos choricillos fritos”

En Ciudad Real se tapea muy bien y gratis pero, ¿y la calidad? La provincia lleva décadas arrastrando este tópico que el segundo concurso provincial de tapas pretende matizar. Claro que se tapea bien y barato, pero nuestros restauradores  dejaron de hacer lo de siempre. Según Pepe Crespo, presidente de la Asociación de Hostelería, hace tiempo que tanto el producto como la creatividad está en sintonía con el de ciudades con más prestigio gastronómico.

“No venimos aquí a hacer unos choricillos fritos que se pueden tomar en cualquier parte”, comenta Javier Donaire, gerente y chef de El Mirador de La Mancha de Villarrubia de los Ojos. Este establecimiento se ha sumado por primera al concurso con una propuesta que su creador define como “diferente, que haga que merezca la pena que la gente venga y pague dos euros por una tapa”.

Pez mantequilla y nabo daikón encurtido

Su creación, ‘Coplas de una noche sin mañana’ (los nombres hacen referencia a cortometrajes del Festival Corto Ciudad Real) lleva una base de cebolla caramelizada morada con pez mantequilla impregnado en una salsa  de nabo daikon (un nabo japonés encurtido). El plato lo remata con un toque de lima que le da el punto cítrico para contrarrestar la grasa del pez.

tapas bocado

Donaire, que pronto abrirá otro salón para eventos en Porzuna similar al de Villarrubia, viene por primera vez al  certamen y no lo hace para ganar (o no sólo por eso): “Queremos que a la gente le guste nuestra tapa”, explica mientras empieza a repatir las primeras raciones que está elaborando en la ‘foodtruck’ que le ha tocado con su colaboradora Lola.

Andrés, de Cóctail Gourmet (Fuente el Fresno) concursa con una carrillada ibérica / Elena Rosa

Coctáil Gourmet de Fuente el Fresno, el que más tapas vendió en la primera edición

Andrés, chef  de Coctáil Gourmet, restaurante, catering y salón de bodas en Fuente el Fresno, repite. En septiembre se le dio bien y vuelve a participar, “trajimos un ciervo en salsa con grosellas negras que gustó mucho. Fuimos de los que más tapas vendimos”, afirma.

En esta ocasión también ha optado por una tapa tradicional y contundente: carrillada en salsa con un fondo de crema de boletus y crujiente de yuca, que han titulado ‘Positivando la oscuridad’. “El año pasado vendimos unas 1.500 tapas en dos días y medio. Venir de nuevo ya es un premio”, asegura.

Como estas dos tapas hay siete más del mismo nivel dispuestas a ser degustadas y disfrutadas de aquí al domingo.

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