La oficina comarcal agraria de Almadén acogerá los próximos días 22 y 23 de junio un curso sobre el control integrado del picudo rojo (Rhynchophorus Ferrugineus) de las palmeras ante el aumento de la presencia de este escarabajo en el sur de Ciudad Real y también en Albacete.
Organizado por el Centro de Investigación Agroambiental El Chaparrillo -CIAG-, está dirigido especialmente a trabajadores de empresas dedicadas a tratamientos de jardinería, técnicos municipales de parques y jardines, y trabajadores de espacios verdes, aunque también a público en general, y se centrará en los métodos preventivos y curativos tras el paso del insecto volador en estas plantas arecáceas.
La actividad está encabezada por los profesores Susi Gómez Vives (bióloga) y Michel Ferry (ingeniero agrónomo), con el objetivo de prevenir y tratar los efectos del ataque de este escarabajo, que ha provocado una plaga hace varios meses en palmeras canarias (Phoenix canariensis) de zonas públicas y privadas de Alamillo, Almadén y Guadalmez.
Tras la alerta activada en la Estación Regional de Avisos Agrícolas (ERAA), los técnicos de la Consejería de Agricultura comprobaron el pasado diciembre las consecuencias del ataque de estos insectos en las dos primeras localidades, “con varias palmeras muertas y otras con alto grado de afectación”. Igualmente, según recogió la hoja informativa de la ERAA del 19 de enero, también localizaron “larvas, capullos y adultos en el tronco de las plantas muestreadas”.
La fecha en la que se inició la plaga “es desconocida”, señalaron en dicho informe, aunque sus especialistas determinaron “que existían daños visibles desde hace, al menos, un año”. Incluso podría alcanzar a toda la región.
El picudo rojo, originario de la zona topical de Asia y Polinesia, apareció en la Península Ibérica en 1996, tras entrar por la costa granadina (Almuñécar), explica el informe editado por la Dirección General de Agricultura y Ganadería, y, desde entonces, se ha ido extendiendo por diversos países europeos causando innumerables daños.
En Castilla-La Mancha
En Castilla-La Mancha fue detectada la presencia del picudo rojo en el año 2014 entre palmeras de Hellín, Tobarra y Almansa (Albacete) y en Madrigal de la Vera (Cáceres) y Poyales del Hoyo (Ávila), limítrofes con la provincia de Toledo.
En 2018 fueron registradas lesiones en arecáceas aisladas del casco urbano de Cazalegas (Toledo) y, posteriormente, en los pueblos del suroeste de Ciudad Real.
El insecto tiene preferencia por las palmeras canarias, sostiene los expertos, aunque también ataca a la palmera datilera (Phoenix dactylifera), a la que ataca a través de los hijuelos, si los tiene, o en el tallo (estípite).
Los síntomas principales son la marchitez de las hojas centrales de la corona y el porte caído, además de las perforaciones en su base, orificios en las palmas, sequedad de la copa y, en casos con mucha afectación, pudrición de los tejidos adyacentes y muerte de la palmera, que sule producirse sobre todo en ejemplares jóvenes.
Curso
El ataque de las larvas es difícil de observar a simple vista y, por ello, son importantes los conocimientos para la detección temprana y la actuación inmediata que se impartirán en el curso de El Chaparrillo. En concreto, abordarán la morfología y desarrollo de las palmeras, la biología del picudo rojo y los daños que ocasiona, además de las modalidades de infestación y su detección.
Los alumnos también aprenderán en campo de manera práctica a realizar observaciones biológicas, a detectar las palmeras infestadas, y a conocer los métodos de saneamiento.
También intervendrán los componentes del control integrado del picudo rojo y otros expertos en aplicación de protocolos y de legislación.
Los interesados en todavía pueden inscribirse con el envío de la solicitud a c-a-elchaparrillo@jccm.es