Cuando Pedro Sánchez compareció en rueda de prensa para decretar el estado de alarma, a Cristian Ribalta le pilló justo volando de Madrid a Las Palmas en un descanso que, en principio, no iba a durar más de una semana. Nada más aterrizar, se enteró de la noticia y suspiró con tranquilidad al estar cerca de su familia. Casualidad o no, el jugador del Calvo Sotelo vive estos días confinado en su domicilio de las preciosas Islas Canarias. Tiene la suerte de asomarse a la ventana y divisar a un lado el Océano Atlántico. Al otro, unas bonitas montañas.
Con una media de 24 grados, el lateral industrial está empezando a olvidar el frío seco de La Mancha y el calor pegajoso de la península en verano.
“Por aquí va todo bien, con relativa normalidad. Estamos metidos en casa junto a mis padres y mi hermano. Tengo un pequeño patio donde puedo realizar los entrenamientos y tengo dos perros a los que puedo sacar a hacer sus cosas por la mañana y por la noche”, comentaba el futbolista azul.
Tocando un poco el tema del COVID-19, Cristian Ribalta mostraba su optimismo. “Mi última noticia es que se está recuperando poco a poco la cosa. De momento hay 250 camas disponibles por aquí. Hay casos, como en todos los lados, pero no es un foco preocupante”, indicaba.
Mientras tanto, hablando del balón, reconocía que “tengo muchas ganas de volver porque se echa de menos el balón. Ahora toca tener paciencia y esperar, pero se le echa de menos. Por suerte, en el tema económico, estamos respaldados por un club como el Calvo Sotelo que nos ha transmitido tranquilidad y que, tal y como indicaba Maxi, cumplirá los contratos, por lo que tenemos que estar tranquilos”. En este sentido, Ribalta recordaba que “el año pasado lo pasé mal y este año es un lujo tener tu sueldo el día 1 de cada mes. Somos unos afortunados”.
En el apartado físico, el canario señalaba que “intento mantenerme en forma en mi patio y hago lo que nos manda Pablo. Cuando lleguemos y toquemos el balón el balón será raro. Te mantienes en forma físicamente, pero los controles, los cambios de ritmo, los golpeos… Eso será otra cosa aparte”.
Por último, hablando del futuro más próximo y hablando de la competición, Ribalta comentaba que “si por mí fuera, ojalá que se reanudara porque estamos luchando por algo bonito. Si la dan por terminada ya sería injusto para unos y para otros. Yo soy optimista y creo que se va a reanudar aunque cada vez queda menos tiempo. Lo más justo es que se reanude y se haga justicia, pero siempre con la salud por encima de todo”.