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‘La mujer de la escalera’ cautiva con las tramas entrelazadas de la búsqueda de unos libros perdidos y la investigación de un crimen

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Una “sobredosis de cariño” recibió este sábado Pedro Antonio González Moreno en su pueblo, Calzada de Calatrava, donde presentó la novela ‘La mujer de la escalera’, ganadora del Premio ‘Café Gijón’, y este domingo muchos lectores acudieron a la Feria del Libro para llevarse una dedicatoria del autor en su ejemplar de un libro que cautiva con las tramas entrelazadas de la búsqueda de unos libros perdidos y la investigación de un crimen.

Para los próximos años, hasta la publicación de su siguiente libro, dijo haber recibido afecto de sus paisanos González Moreno, quien, tras una primera parte del acto de puesta de largo de la novela en un tono “más o menos protocolario” y la participación del compositor José Vicente Romero que puso música a uno de sus poemas, fue sometido a “una especie de interrogatorio muy simpático, cordial y espontáneo” con el turno de preguntas y respuestas que planteó el concejal de Cultura, Carlos Espinosa, y en el que salieron a relucir interesantes datos de una obra con numerosos enigmas y personajes imprevisibles.

Desde que apareció la novela hace un par de meses, son muchas las muestras de felicitación que ha recibido el autor manchego de lectores ‘enganchados’ desde las páginas iniciales tanto por la trama de dónde estarán los libros de teatro medieval de la época previa a ‘La Celestina’ como por una investigación policial no convencional con un peculiar comisario. “Hay lectores muy atentos y exquisitos, incluso algunos bastante críticos” que hasta le indican que determinadas escenas deberían haberse redactado desde un punto de vista más femenino, ya que suele sorprender que la novela esté contada por una mujer, comentó Gónzález Moreno, que aclara que la mujer a la que se refiere el título no es un personaje real, sino onírico y misterioso, del mundo de las pesadillas y sueños, y aparece “en momentos muy puntuales de la novela para advertir, amenazar o transmitir algo un poco irracional a la verdadera protagonista”, resultando algunas veces “bastante estremecedor”.

Así mismo, pese a que podría el suspense que atesora ‘La mujer de la escalera’ llevar a pensar en el vértigo -palabra que, por otra parte, aparece en algunas escenas decisivas a mitad de la novela-, la protagonista “no siente miedo a las alturas, sino a las profundidades y abismos que se tragaron a su padre”, a quien perdió en un naufragio, comentó el autor manchego, quien dijo llevar bien el éxito de esta novela que, así mismo, “viene en un goteo bastante bien llevado”. Además, “uno ya tiene bastante escepticismo aprendido en la vida, todo lo contempla desde unas alturas que son los cerros de mi infancia” y no las cumbres del Himalaya, y “uno lo relativiza todo”.

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