Los tiempos de la banca están cambiando, en especial dentro de la España rural o menos poblada, donde la reestructuración bancaria, sumida en un proceso de fusiones, absorciones y algunos cierres, se está dejando notar y cada vez son más los pequeños municipios que no disponen de sucursal.
Según una información de Empresas y Finanzas a la que ha tenido acceso Lanza, y tomando como base datos del Banco de España, tan solo seis localidades de la provincia de Ciudad Real no disponen de oficina bancaria: Fuenllana, Cañada de Calatrava, Picón, Fontanarejo, Valdemanco del Esteras y Navas de Estena.
Se da la circunstancia de que, salvo Picón (667 habitantes según las últimas cifras oficiales del INE), los otros cinco municipios citados tienen todos menos de 300 habitantes, lo que da una idea de las dificultades que encuentran estas poblaciones para disponer de una oficina bancaria y de algunos servicios necesarios para el conjunto de la población.
La provincia de Ciudad Real cuenta a día de hoy con un total de 46 poblaciones de menos de 1.000 habitantes, una cifra que supone el 45% del total de los municipios.
En cualquier caso, y según la información de Cinco Días, la provincia de Ciudad Real es la que sale mejor parada de este ‘apagón bancario’ en la región. Así, en la provincia de Albacete hay 19 municipios sin oficina bancaria, entre los que se encuentran Vianos, Cotillas, Molinicos, Letur, Liétor, Peñascosa, Masegoso, Casas de Lázaro y Fuensanta.
En Toledo, pese a ser la provincia más poblada de Castilla-La Mancha, con más de 700.000 habitantes, hay cerca de cuarenta poblaciones sin oficina bancaria como Retamoso de la Jara, Torrecilla de la Jara, Villarejo de Montalbán, Hontanar, Palomeque y Mascaraque.
El número de municipios sin oficinas bancarias se dispara ya en las otras provincias de la región, pues en Cuenca, el 88,5% de sus municipios tienen menos de mil habitantes, mientras que en Guadalajara, esa cifra asciende hasta el 90%.