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La fiscalía pide 20 años de cárcel por asesinato para el ‘parricida de Torrenueva’

calleRanasdetorrenueva

Cecilio Álvarez Osorio, el vecino de Torrenueva de 31 años que supuestamente atropelló intencionadamente a su padre, Cecilio Álvarez Parra, que murió un mes después en el hospital, se enfrenta a una grave acusación de asesinato por la que la fiscalía pide 20 años de cárcel.

El ministerio fiscal reclama diecinueve años de prisión por el delito de asesinato con la agravante de parentesco y la atenuante de embriaguez; y un año más de cárcel por dos delitos contra la seguridad vial: conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, y negarse a la prueba de alcoholemia.

Desde el divorcio de sus padres, unos años antes del atropello, padre e hijo mantenían una mala relación, con discusiones en público, pero no tan grave como la del 12 de marzo que desembocó en el atropello.

No quería matarlo, fue un accidente

La fiscalía cuenta con testigos presenciales de parte de los hechos, y el reconocimiento explícito del atropello del acusado, pero Álvarez Osorio sostiene que no quería matarlo, que fue un accidente, y ahí está la complejidad del caso, que juzgará un jurado popular en la Audiencia Provincial de Ciudad Real posiblemente el próximo otoño o a primeros del año que viene (todavía no hay fecha).

Cometió una imprudencia, no un crimen

El acusado, en prisión preventiva desde hace más de un año, alega que Cecilio no tenía intención de matar a su padre, sino que fue el fallecido el que lo siguió después de la discusión en el pub Yess, en presencia de varias personas.

En los escritos de calificación remitidos al juzgado de primera instancia de Valdepeñas 1 que ha instruido el caso, defensa y fiscalía reconocen que la madrugada del 12 de marzo de 2017 padre e hijo coincidieron en el pub y discutieron.  Según la fiscalía el más agresivo fue el joven, que incluso amenazó con una banqueta al padre (no le dio porque lo paró un camarero). Tras este primer incidente la víctima se fue del bar y el hijo salió tras él.

“Mi padre se va a enterar”

“Mi padre se va a enterar”, escucharon algunos testigos, tras esa amenaza se supone que el acusado cogió su vehículo y a gran velocidad atropelló a su padre en la calle Ranas. Después volvió al bar, contó lo que había hecho, y se fue a su casa sin auxiliarle. Sobre las siete de la mañana fue detenido por la Guardia Civil.

Dámaso Arcediano, su abogado defensor, pide que se le condene por homicidio imprudente leve o subsidiariamente grave a penas de multa. Según la defensa las cosas no pasaron como dice la fiscalía, sino que fue el padre el que siguió al hijo tras la riña en el bar, y “de forma inesperada y ánimo provocador se presentó en el domicilio de su hijo con ánimo de ir a por él”. El letrado mantiene que Cecilio padre se “arrojó” al coche que conducía su hijo que “lo atropello de forma involuntaria”.

Lo que sí se considera probado es que esa noche el acusado iba bebido y drogado (dio una tasa de 0,74 mg/l en la primera prueba, a la segunda se negó). También positivo por cocaína.

 

 

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