La sección primera de la Audiencia Provincial ha condenado a dos años de prisión a Luis Fernando Porras, propietario de la finca La Cruz de Villamayor de Calatrava, por darle dos puñetazos al concejal Antonio López en la puerta de los juzgados de Ciudad Real, en julio de 2018.
El tribunal, que califica la agresión de “sumamente gratuita” puesto que las desavenencias con el Ayuntamiento estaban judicializadas, considera a Porras culpable de un delito de atentado a la autoridad, por el que condena a un 1 año y tres meses, y multa de ocho meses a 12 euros diarios; y otro delito de lesiones que reprueban con tres meses.
El dueño de la finca quesera debe indemnizar además con 500 euros al perjudicado y pagar 236 euros al Sescam por la atención sanitaria al concejal, que ha sido absuelto del delito de amenazas leves que pedía la defensa de Porras.
La sentencia, que se ha notificado este viernes a las partes no es firme, se podrá recurrir cuando empiecen a correr los plazos tras el decreto del estado de alarma.
Las amenazas que denunció Porras no se produjeron
Ángel María Rico, el abogado de López, ha mostrado su satisfacción por los términos de la condena “se castiga la agresión a un concejal por su condición”, y por la absolución de Antonio López “de unas amenazas que nunca se produjeron, cuya imputación pretendía justificar una agresión injustificable”.
“Sentencia ejemplarizante”
Santiago Ballesteros, el abogado que ejerció la acusación en nombre del Ayuntamiento de Villamayor, valora lo “ejemplarizante” de una sentencia “que recoge muchos de los planteamientos de la Corporación que por unanimidad de todos los grupos políticos decidieron ejercer la acusación en este caso”.
Dos puñetazos tras una breve conversación
El tribunal considera probado que el 11 de julio del año 2018 el concejal Antonio López -en ese momento teniente de alcalde- y el dueño de la finca La Cruz Fernando Porras coincidieron en los juzgados de Ciudad Real, en los que se celebraba un juicio contencioso por el litigio de los caminos públicos que enfrenta al Ayuntamiento con la finca desde hace años.
Porras se dirigió al concejal, al que le espetó para que el Ayuntamiento “dejara de perseguirlo”, y le pidió salir fuera “para hablar”. López dudó pero salió y tras una breve conversación entre ellos que fue subiendo de tono “en la que se pudieron decir algunas palabras malsonantes”, dice textualmente el fallo, Porras le propinó dos puñetazos en la cara a López que le provocaron una contusión en el malar izquierdo y cervicalgia, de la que se recuperó con reposo, collarín cervical durante tres días y analgésicos.