Territorio Violeta y Clásicos Contemporáneos traen a La Sensación la coproducción ‘El buen hijo’

La ciudarrealeña sala del Teatro de la Sensación albergará el viernes 9 de abril, a las 21 horas, la representación de ‘El buen hijo’, coproducción escénica madrileña de Territorio Violeta y Clásicos Contemporáneos.

Con dirección de Cecilia Geijo, la obra sigue los pasos de Fernanda, psicóloga del Centro Penitenciario Paraleda, que se entrevista con el ‘Cachorro’ condenado a nueve años de prisión por una violación.

“El Cachorro es guapo. Muy guapo. Se lleva muy bien con los funcionarios de vigilancia, que prefieren relacionarse con él a acercarse a los internos drogadictos, mellados, famélicos, de conversación febril. El Cachorro cae bien de forma natural a todo el mundo, menos, por lo visto, a la jueza que no creyó su último ‘Inocente’ tras siete apelaciones. Con lo buen hijo que es él: que le pregunten a su madre quién limpiaba sus vómitos de la quimioterapia mientras se desarrollaba el juicio”, exponen las compañías.

“Para Fernanda el Cachorro es mucho más que un expediente. La psicóloga pidió el traslado de su anterior destino porque allí un interno la amenazó con violarla y sus jefes le espetaron que “se lo había buscado”. No es fácil mirarle a la cara a un director de prisiones y pensar que, en el fondo, entiende al preso más que a ti. Tras aquello, su matrimonio no aguantó: a Fernanda se le iba apagando el amor con cada gesto paternalista de su marido, Ignacio. Por eso decidió pedir el traslado a Paraleda e intentarlo de nuevo”.

elbuenhijo acoso

“Con el Cachorro, Fernanda querrá conseguir lo que anteriormente no logró: que un violador admita su delito. A lo largo de sucesivas sesiones, la psicóloga recorrerá los senderos mentales de un hombre que cree que no ha hecho nada malo”, señala la coproducción con dramaturgia de Pilar G. Almansa e interpretada por Rosa Merás y Josu Eguskiza.

“¿De cuántas formas se puede negar lo mismo? ¿Cuántas justificaciones se pueden encontrar al mismo hecho? ¿Cuántas versiones de una historia puede construir la misma persona? El Cachorro deambulará por su vida una y otra vez, reformulando detalles, generando incongruencias y aportando luz no sólo a la tragedia que provocó con su acto, sino a cómo funciona su pensamiento, hasta que finalmente ¿se rinda?, ¿entienda?, ¿admita? que es un violador”.

“Intentando entenderle, Fernanda acabará comprendiendo que, aunque el Cachorro está en prisión, la sociedad que le alimentó es la auténtica cárcel”, resume.

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