Los forenses, sobre la víctima de la paliza de Pedro Muñoz: “Es casi milagroso que esté vivo”

Ioan C., víctima de una brutal paliza en la puerta de un bar de Pedro Muñoz en 2014, está vivo por la diligente actuación de la Policía Local de la localidad. Cuando los policías llegaron  al lugar de la bronca, Ioan se levantó, “tenía síntomas de ir bebido, y sangraba por el oído y la nariz, pero se quería ir a su casa; no quería denunciar a nadie”, han explicado los agentes en la última sesión del juicio por lesiones contra los presuntos culpables, dos compatriotas rumanos.

El empeño de los policías, que lo retuvieron hasta que llegó la UVI móvil, es lo que le salvó la vida. “Sin asistencia médica habría muerto”, han corroborado los forenses, que han sido contundentes: “Es casi milagroso que esté vivo”.

Fracturas óseas en el cráneo

Ioan C., de 36 años, “sufrió traumatismos craneales muy graves, que le han provocado daño neurológico y perdida de un oído”, consecuencia de “impactos múltiples, de gran intensidad, compatibles con patadas que le provocaron fracturas óseas, de hecho estuvo en coma mucho tiempo”, han aclarado los peritos.

El informe forense contradice la versión de las defensas, que hablan de que Ioan, que estaba borracho, se cayó hacia atrás peleando y se golpeó con el bordillo de la acera.

Sin embargo los dos presuntos culpables, Valentín G., y Ionut L., imputados como coautores de un delito de lesiones “con pérdida o inutilidad de un órgano principal”, han mantenido hasta el final esa versión.

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Las defensas piden absolución o una condena por lesiones simples / Elena Rosa

Las defensas dicen que se dio un mal golpe

Valentín, que admite que se peleó con Ioan, supuestamente “en defensa propia”, sostiene que se cayó hacia atrás, “yo no le di todos esos golpes y esas patadas que dicen”, ha afirmado en su derecho de última palabra.

Ionut L., “el de la sudadera roja”, al que varios testigos vieron dando patadas a la víctima aquella noche, ha vuelto a negar su intervención en la riña. “No tiene sentido que yo me quedara allí cuando  llegó la policía si hubiera hecho algo”, ha explicado, también en el uso de su derecho de última palabra.

La fiscalía pide 10 años

Para las acusaciones no hay duda de que ambos participaron en la pelea y son responsables de las graves secuelas de la víctima, incapacitado para trabajar. En el caso de Valentín, “la prueba de cargo es abrumadora”, ha dicho la fiscal, que pide 10 años de cárcel para los dos acusados y considera suficientemente probada su participación en la riña, pese a que en el juicio los testigos no han sido claros.

La abogada de la acusación particular, María del Mar Camuñas, interrogando a un testigo / Elena Rosa

12 años por la violencia gratuita

La acusación particular por su parte, que ejerce la abogada María del Mar Camuñas en nombre del perjudicado, solicita una condena de 12 años de prisión para ambos por la “violencia gratuita y el ensañamiento en los golpes” que emplearon contra Ioan, por una tontería (supuestamente Ioan le habló mal a una camarera conocida de uno de los acusados).

No le peguéis más

El testigo más importante del caso, un hombre que casualmente pasó por la puerta del bar El Calvario la noche de la pelea (23 de marzo de 2014), ha contado al tribunal que iba conduciendo, acompañado de dos personas más, cuando vio a dos chicos pegando a otro que estaba en el suelo, y a un tercero intentando separarlos (Andrei, en paradero desconocido). Desde el coche les gritó algo así como “¡No le peguéis más!”, suficiente para que dos de ellos salieran corriendo.

Este hombre, y las personas que le acompañaban, dieron detalles en su momento a Policía y Guardia Civil de la vestimenta y el aspecto de los acusados, pero cinco años después no han sido tan claros, “yo no les conocía de nada”, ha insistido este testigo.

Libre absolución o lesiones simples

Las defensas se aferran a esa desmemoria -ni la dueña del bar El Calvario dice que vio la pelea- para pedir la libre absolución, o en caso de condena que se aplique un delito de lesiones simple del Código Penal, que no implique unas penas tan elevadas.

El abogado de Ionut L., que está en prisión porque en su momento dio un nombre falso (su hermano estuvo detenido por él) y se marchó a trabajar al Reino Unido, ha insistido en que no hay una sola prueba de cargo contra este hombre, para el que ha pedido la libertad provisional una vez celebrado el juicio.

 

 

 

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