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Condenado a 8 años y medio de cárcel por abusar de una menor discapacitada en Luciana

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La sección primera de la Audiencia Provincial ha condenado a ocho años y medio de cárcel a F.M.P.P., un vecino de Luciana de 39 años, al que considera autor de un delito de abuso y otro de provocación sexual, a una menor discapacitada que frecuentaba el pueblo.

La sentencia, que se acaba de notificar, aplica la atenuante de confesión espontánea del acusado, que acudió a la Guardia Civil de Piedrabuena antes de que lo denunciara la familia de la niña, por lo que la pena es más baja que los  trece años de prisión que pidió el fiscal, aunque condena por los dos delitos.

“No se ha probado el abuso sexual”

“No estamos satisfechos, creemos que no se ha probado el abuso sexual, una pena de dos a cuatro años sería más lógica a los hechos que ocurrieron”, afirma Ángel Rico, el abogado defensor que estudia recurrir. “Lo estamos valorando, después del puente me reuniré con mi cliente y veremos que hacemos”, afirma.

El acusado, que reconoció en el juicio que le envió mensajes y videos de contenido pornográfico a la chica, admitió también que la besó y la tocó, “por debajo del pantalón”, pero negó haberle introducido los dedos en la vagina, algo que la sentencia sí considera probado, de ahí que la condena sea de ocho años. “Creemos que podemos rebatir que eso pasó, los forenses no emitieron un informe concluyente”, asegura Rico.

El tribunal también condena en costas al procesado, le obliga a pagar una indemnización de 15.300 euros por daños morales a la perjudicada y a cinco años de libertad vigilada, una vez cumplida la prisión.

Entablaron amistas en el verano de 2015

La sala considera probado que en el verano de  2015 el acusado y la menor entablaron amistad. La chica, que vive en otra ciudad pero pasaba los fines de semana en Luciana, mantuvo contacto por WhatsApp con el acusado, que empezó a mandarle mensajes y videos sexuales en el mes de octubre.

Se considera probado que el 25 de octubre de ese año se fueron a un lugar apartado del parque en el que se produjo la situación de besos y manoseos, sin que mediara violencia. Dos días después la familia de la chica descubrió una serie de videos y mensajes sexuales del adulto en el telefóno móvil de la menor, le pidieron explicaciones al acusado –tenían buena relación- y lo amenazaron con denunciarle. Antes de que lo hiciera él fue a la Guardia Civil de Piedrabuena y reconoció todo, menos el detalle de los dedos.

 

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