El joven rumano del homicidio de Villarrubia murió de una única puñalada en el corazón

juicio_villarrubia_(Clara Manzano)_270

El homicidio del joven rumano Ionut Rijnetu a manos de su compatriota Mihai Vasile, en una pelea en la Rotonda del Madrugador de Villarrubia de los Ojos en julio de 2019, “no fue un ataque feroz”, pero sí tan contundente como para matarlo de una sola puñalada “mortal de necesidad”, que le partió literalmente el corazón. Es lo que han explicado los forenses Jesús Martín Tabernero y Berta Legido en el juicio por homicidio contra Vasile, de 26 años, que sigue un jurado en la sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real.

juicio cuchillo
El cuchillo empleado en el homicidio del joven rumano de Villarrubia / Lanza

Los peritos consideran “inverosímil” que la víctima se cayera por accidente encima del cuchillo, como afirma el acusado, que ha declarado que cogió el arma con ambas manos, la puso en posición horizontal, para defenderse de la presunta agresión previa del fallecido, pero que ni lo movió ni hizo fuerza. “No es posible que una persona de 1,90 de altura y 85 kilos caiga sobre un objeto inanimado y se haga esa lesión”, ha explicado Martín Tabernero; “se hubiera retirado al sentir el pinchazo”, ha apuntado su colega Legido.

La víctima tenía heridas de defensa

La  víctima sí tenía en las manos heridas de defensa, lo que indica que se percató de la existencia del arma, y que el apuñalamiento fue con víctima y agresor frente a frente. Tampoco descartan que el acusado estuviera sentado en el asiento delantero de su coche y la víctima intentara sacarlo o bien por la puerta o la ventana, como ha relatado el acusado y los otros protagonistas de la riña.

Lo que tienen claro los forenses es que la única herida del fallecido, que dado su buen estado físico caminó 35 metros después de recibir semejante puñalada, entra en ángulo recto por el tórax, lo rompe y alcanza el ventrículo izquierdo del corazón, “el motor del cuerpo”. Era una puñalada “rápidamente mortal”, han explicado, sin ninguna posibilidad de supervivencia, aunque se hubiera producido en la puerta del mejor hospital.

La madre del acusado del homicidio de Villarrubia, este martes en el juicio / Clara Manzano

La madre de Mihai dice que se enteró por ella de la muerte de Ionut

En la segunda del juicio también ha declarado la madre del presunto homicida, que ha corroborado la versión de que su hijo fue a buscarla a su trabajo en Madridejos aquella tarde del 27 de julio, después del apuñalamiento, pero que cuando llegó no sabía que había matado a nadie. “Pensó que le había pinchado en el brazo”. Después una conocida la avisó a ella por teléfono y le comunicó que el chico apuñalado había muerto.

También ha contado que con los nervios del momento ella guardó el cuchillo que Mihai blandió contra Ionut, lo ocultó en una rejilla del local en el que trabajaba como cocinera, y después se lo entregó a la Guardia Civil.

Florin agredía a su padre en el trabajo

La madre de Mihai, que en realidad es su madrastra -su madre biológica lo abandonó cuando tenía menos de dos años-, ha ilustrado al tribunal de la fuerte relación que tiene el acusado con su padre, un hombre con ciertas limitaciones psíquicas, que soportaba burlas y agresiones constantes por parte de Florin Naon, su compañero de trabajo.

El día de la riña, el 27 de julio, el padre del acusado volvió a casa contando que Florin lo había vuelto a llamar “gitano”, “y le había dado unas patadas”, lo que hizo que Mijai estallara de indignación contra Florin, “se alteró mucho”, ha relatado, y llamó a Florin  para citarse con él.

La viuda de Ionut dice que Florin temía por su vida

La viuda de Ionut, el fallecido, que ejerce la acusación particular, ha testificado que a su marido lo llamó esa tarde Florin  porque tenía miedo de lo que le pudiera hacer el acusado, que en realidad él no tenía ningún problema con el acusado y su familia. “Florin le pidió que lo acompañara a comprar pan porque tenía miedo de que lo mataran”, ha declarado.

También ha dicho que Ionut y Mihai se conocían, porque son del mismo pueblo de Rumanía, pero que en Villarrubia no tenían ningún contacto y que su marido no había participado nunca en peleas.

La madre del presunto homicida  intenta ayudar a la viuda

A preguntas del abogado defensor Ramón Alén ha explicado que la relación en estos momentos con la madre del detenido no es mala, que ella le ha pedido perdón y ha intentado ayudarla (los Vasile han abonado una pequeña parte de la indemnización que les reclama la justicia por el crimen) para que saque adelante al hijo que tenía con el fallecido.

De los detalles de la investigación los guardias civiles que participaron en ella han explicado que aunque al principio se activó la operación “jaula” en la provincia para detener al sospechoso del homicidio y a su acompañante (por si huían a Rumanía), al final fueron ellos los que acudieron al cuartel horas después de que se supiera que el apuñalado había muerto (se desplomó en plena calle, al lado de un contenedor de la zona de la Rotonda del Madrugador).

Agentes de la inspección ocular han aclarado que ninguna de las ventanillas del vehículo del acusado se podía abrir y estaban cerradas cuando examinaron las huellas (los protagonistas de la pelea han dicho lo contrario, que se abría una pero otra no).

El juicio, en el que el acusado se enfrenta a quince años de cárcel, continúa este miércoles con la declaración de testigos pendientes y los informes finales de las partes. La defensa alega que estamos ante un homicidio imprudente, en el que concurren las atenuantes de miedo insuperable y estado de necesidad, y pide la libre absolución.

Salir de la versión móvil