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En la cocina hay que aprovecharlo todo y todo tiene una segunda oportunidad, casi siempre con resultados tan apetecibles como el plato original; en este caso las “segundas partes” sí son buenas y también están ricas. No se qué restos tendréis en la nevera, bien podría ser algún guiso de carne parecido al estofado que propuse anteriormente en este blog o algo de pollo o de pescado a la plancha o asado o bien algún resto de verduras incluso legumbres. En cualquiera de los casos, con un poco de imaginación podemos transformar estos restos en un primer o segundo plato perfecto. Habrá que trabajárselo un poco, pero como lo principal lo tenemos, manos a la obra.
Las carnes y los pescados, en función de la cantidad de la que dispongamos, los podemos emplear para preparar un relleno para empanadillas o para rellenar unos pimientos. Ejemplo, pochamos un poco de cebolla en una sartén con un par de cucharadas de aceite, añadimos la carne o el pescado que tengamos de alguna sobra, lo salteamos un poco, le ponemos un poco de tomate frito (puede ser de paquete) rehogamos y ya tenemos el relleno listo para los pimientos o las empanadillas. En el caso de los pimientos, una vez rellenos los pasamos por harina y huevo y se fríen; sírvelos con un poco del tomate que sobró del relleno o con una salsa elaborada con el caldo del guiso y las verduras; redúcelo todo y tritura hasta conseguir un salsa espesita.
Otra forma en la que podemos emplear sobras de carnes o pescados e, incluso, verduras es preparar unas croquetas: Hacemos una bechamel espesa calentando en un cazo un poco aceite o mantequilla a la que añadimos harina, la doramos un poco y vamos añadiendo leche fría hasta conseguir el punto de espesor que queramos; sazonar y darle un toque de nuez moscada, añadimos la carne o, el pescado y dejamos que se enfríe –si es de un día para otro mejor-.Hacemos las croquetas rebozándolas en huevo y pan rallado y ¡a la sartén!. Riquísimas.
En cuanto a las legumbres, si le añadimos unas verduras podemos conseguir cremas francamente buenas, por ejemplo una crema de lentejas y verduras. La haremos cociendo un par de calabacines 1 o 2 zanahorias y añadiendo las lentejas; tritura todo y ponle un toque de aceite de oliva antes de meter la batidora. Sírvela con unos trocitos de pan frito, así podrás darle salida a las lentejas de manera muy digna, sana y rica.
Con los garbanzos que te queden de un cocido, prueba a saltearlos con cebolla y unas hojas de espinacas (en bolsas limpias y frescas listas para usar las encuentras en cualquier súper); si además le pones un par de huevos y los dejas no muy hechos, tienes otro primer plato que ni por casualidad se parece al cocido original y está buenísimo
Por ultimo, cuando te quede algo de pollo a la plancha o asado, prueba a hacer una ensalada, partiendo en trocitos el pollo y añadiendo lechugas variadas, una manzana cortada en dados pequeños y un poco de mayonesa mezclada con una cucharada de mostaza. Una ensalada distinta y socorrida.
La segunda parte dedicada al reciclaje la dedicaré a hablar de los púdines y pasteles salados y dulces… Espero haber superado el reto, Carpanta.