Las autoescuelas de la provincia exigen soluciones a la suspensión de exámenes prácticos “ahora, no en 2018”. Es lo que opina Justo Ruiz de la Hermosa de la medida de incorporar a militares como examinadores a las plantillas de la DGT a partir del año que viene que anunció el martes el director de Tráfico Gregorio Serrano.
“Eso serán soluciones a futuro, pero nuestro problema sigue siendo que somos rehenes de un conflicto que no podemos resolver”, asegura el presidente de una asociación que representa a 120 negocios familiares en la provincia.
Su situación es “agónica” tras un mes de sólo dos días de exámenes prácticos a la semana (en Ciudad Real el seguimiento de la huelga está siendo del cien por cien) tanto que si la huelga se hace indefinida en septiembre como han dicho los examinadores se verán obligados a hacer un cierre temporal de agosto a octubre.
“Sin fechas para examinarse y con el tapón que se está formando no habrá quien quiera dar clases prácticas”, opina.
De la Hermosa cuestiona también los datos de porcentajes de aprobados que dio Serrano, que a su juicio no se ajustan a la realidad. “Hemos pasado unos años muy malos de crisis y la gente ha dado pocas clases”, argumenta, “para formar bien a un alumno lo más importante es la regularidad, y eso lo impide este conflicto”.
Por otra parte no le parece mal, como opina la Confederación de Autoescuelas de España, fijar unos mínimos obligatorios de clases tanto teóricas como prácticas para los exámenes de conducir, “nosotros lo llevamos proponiendo mucho tiempo”.
Y en cuando a la posibilidad de que se privatice el sistema de exámenes, indica que a los empresarios de autoescuelas les da igual, “nosotros queremos que examinen a nuestros alumnos, nos da igual quién o cómo se haga, nos lo tienen que dar resuelto, no es competencia nuestra”.