El Ayuntamiento de Manzanares construye en la actualidad un refugio para gatos abandonados en la zona del Pocillo Máximo que gestionará la Plataforma Pro-Animal de la localidad. El centro supondrá una inversión de unos 30.000 euros y se integrará, junto al albergue para perros que gestiona la protectora Carea, en el núcleo zoológico.
Previsiblemente la primera fase de las obras de las nuevas instalaciones destinadas a los felinos concluirán este mismo año, según explicó el alcalde de Manzanares, Julián Nieva, en una reciente visita para comprobar el ritmo de los trabajos del futuro espacio para felinos. Inicialmente contará con cerca de 100 metros cuadrados construidos.
En la actualidad la Plataforma Pro-Animal ocupa unas dependencias en pleno casco urbano que debe abandonar para adaptarse a la normativa vigente. Por este motivo es necesario su traslado a las instalaciones que el Ayuntamiento está construyendo para que puedan continuar allí con su labor, como ya avanzó Lanza hace unas semanas.
En este refugio los gatos domésticos que hayan sido abandonados y se recojan serán sometidos a un control sanitario y tratados en caso de que sufran algún tipo de enfermedad o daño. El objetivo “último e idóneo”, según reconoció el propio Nieva, es conseguir que estos animales puedan llegar a ser adoptados.
Pero también se trata de reducir las colonias “incontroladas” de gatos callejeros que proliferaban hasta hace algunos años en Manzanares. Un reto en el que el actual equipo de gobierno ha trabajado a lo largo de este mandato. “En la legislatura pasada no se trabajó con eficacia y en ese sentido tan sólo dos años hemos conseguido avanzar muchísimo. Hoy hay muchas menos colonias de gatos”, explicó el máximo mandatario municipal.
Además de llevar a cabo la construcción del refugio, el Consistorio realiza una aportación de 3.000 euros a la Plataforma Pro-Animal a través del convenio de colaboración que ha rubricado este año con la organización.
El núcleo zoológico para perros acoge a 80 animales
Otra de las asociaciones con las que colabora el Consistorio es la protectora Carea, que se ocupa de los perros abandonados en las instalaciones del núcleo zoológico, donde se desviven para que los canes tengan “calidad de vida”. Con Carea el convenio existente en este 2017 es de 8.000 euros.
En la actualidad tienen en torno a 80 animales bajo su cuidado. En Carea recogen perros abandonados, los cuidan, los desparasitan, vacunan y les tratan sanitariamente, hasta que llegue la ansiada adopción.
Esta tarea la llevan a cabo voluntarios de la asociación desinteresadamente, como señaló la presidenta de Carea, Rosario Garrido, durante el encuentro con el alcalde, acompañado por la concejala de Obras, Isabel Díaz-Benito, y el concejal de Sanidad, Juan López de Pablo. Según Garrido, de forma estable unos seis voluntarios mantienen las instalaciones y cuidan a los animales, aunque estimó que hay en torno a una docena en total.
Nieva les transmitió, a través de Garrido, su agradecimiento y reconocimiento por la labor que realizan. “Luchan cada día e invierten parte de su tiempo para mejorar la vida y la calidad de vida de los perros”, señaló el alcalde. Así pues, en Manzanares más de una veintena de voluntarios, entre Carea y la Plataforma Pro-animal, trabajan desinteresadamente por los animales domésticos abandonados.
Nieva condena el abandono de animales
La labor de las dos organizaciones es necesaria porque continúan los abandonos, una práctica que Nieva lamentó: “hemos de condenar radicalmente a los que en un momento determinado adquieren un animal y luego le abandonan de manera miserable e inhumana”.
En este sentido, el alcalde apeló a la sensibilidad de los ciudadanos para que traten a los animales como la ley establece. También señaló que hay que tener una sociedad equilibrada y en la misma no puede haber “animales abandonados ni maltratados”.
Asimismo, los voluntarios aprovecharon para pedir a los concejales y el alcalde algunas mejoras en las instalaciones, que el Equipo de Gobierno estudiará y llevará a cabo en la medida de las posibilidades.