“Son uno más de la familia”. El veterinario Gregorio Herrera considera que el mundo ha cambiado muchísimo, así como la situación de los animales y las mascotas, que desde hace unos años se han ido poco a poco incorporado al núcleo familiar y ya son como un miembro más de la familia.
Por esta razón, al ser uno más, garantizar la salud de las mascotas “era una necesidad patente”. Sus dueños demandaban una atención sanitaria lo más eficaz posible y prácticamente durante las 24 horas ante cualquier situación de emergencia.
Gregorio Herrera explica que hasta hace un tiempo, cada veterinario o cada clínica en función de sus prioridades y posibilidades ofrecía o no este servicio de urgencias. Una vez vista esta demanda de los clientes y vistas las dificultades para prestar ese servicio de una manera individualizada entre cada clínica, a través del Colegio de Veterinarios de Ciudad Real se organizó un turno de guardias entre aquellas clínicas de la provincia que quisieran y pudieran participar en esta iniciativa.
Conciliación
Y es que, como explica Herrera, es difícil estar disponible en todo momento para atender a los clientes, porque en algunas clínicas sólo hay un veterinario o dos. Además esta disposición continua dificultaba que el profesional veterinario pudiera conciliar su vida laboral y familiar.
Ante esta situación se puso en marcha en diciembre de 2008 el servicio de urgencias veterinarias, que en la zona de Ciudad Real y Miguelturra está compuesto por tres clínicas: la Clínica Alfonso X en la calle Camarín, 1, la Clínica Perros y Gatos, en la calle Toledo, 71, ambas en Ciudad Real; y el Centro Veterinario La Estrella, en la calle Real, 70, en Miguelturra.
Este servicio está organizado en turnos rotatorios semanales entre estas clínicas y, a juicio de Gregorio Herrera, funciona francamente bien, porque cada clínica, en la semana que le corresponde, es responsable de las urgencias del resto de clínicas y de todas aquellas personas cuyas mascotas tengan un problema.
“La verdad es que se ha ganado muchísimo en la calidad del servicios al cliente, y también en la calidad de vida del veterinario, que puede descansar a sabiendas de que sus clientes están salvaguardados por este servicio”, dijo Herrera.
Además el cliente cuando llama al teléfono de urgencias de su veterinario sabe que le atenderá éste u otro profesional igual de cualificado que se encuentre de guardia en ese momento. Además los precios del servicio son los mismos en un centro que en otro, ya que fueron acordados en el Colegio de Veterinarios.
Casos
El veterinario Gregorio Herrera informa que durante las guardias llegan todo tipo de casos a la clínica. “Son muy comunes los accidentes de tráfico, en casa (por ejemplo un animal que muerde un cable, o un gato que se cae de una ventana), envenenamientos o intoxicaciones. Respecto a este último apartado indicó que últimamente se están viendo muchas intoxicaciones medicamentosas o con productos como marihuana. También son casos habituales las gastroenteritis muy graves o las enfermedades víricas en cachorros, así como las complicaciones post-quirúrgicas .
Horas más activas
Gregorio Herrera indica que los fines de semana y, en especial, los puentes son los momentos en los que más consultas se reciben. “Curiosamente son muy frecuentes las urgencias el sábado entre las cuatro y cinco de la tarde, cuando el dueño llega un momento en que ve que el animal lo está pasando mal y no puede esperar al lunes para ir al veterinario”.
En este sentido, apuntó que las consultas que se producen de lunes a viernes por la noche son normalmente casos graves, porque sino esperarían hasta el día siguiente por la mañana.
