Este mes se cumplen 160 años de la promulgación de la Ley Hipotecaria. Esta Ley fue elaborada por una comisión de eminentes juristas que unificó legislaciones parciales, aumentó la seguridad jurídica y facilitó la actividad inmobiliaria y mercantil.
Esta ley, sancionada por la reina Isabel II, permitió a España subirse al tren de la modernidad, favoreció la creación de bancos de crédito territorial y creó la Institución Registral y los registros de la propiedad.
Unos registros, y unos profesionales que los sirven, los registradores, que se han ido adaptando a la evolución de las circunstancias económicas, sociales y tecnológicas, aunque los principios que inspiraron la ley, prioridad, legitimación, Fe Pública, tracto sucesivo, sigan tan vigentes como entonces.
Hoy los registradores seguimos, como entonces, atendiendo a los ciudadanos en nuestras oficinas, pero estamos aún más cerca de ellos, a través del registro online, desde nuestra página registradores.org, o desde nuestra APP, donde los ciudadanos podrán realizar múltiples trámites con los registros. Trámites que se pueden realizar de manera totalmente telemática utilizando la firma electrónica avanzada.
El registro es hoy colaborador necesario en la protección del medio ambiente, del patrimonio cultural o del dominio público, así como en materia de urbanismo.
Realizamos una labor importante en materia de prevención de Blanqueo de capitales, colaborando con el Servicio de Prevención de Blanqueo de capitales a través de nuestro Centro registral anti blanqueo. Creamos cumpliendo un mandato legislativo el registro de Titularidades reales, que permite conocer quien está detrás de cada sociedad.
Los registradores colaboramos también en la resolución de conflictos a través de la facultad que nos encomendó la ley de jurisdicción voluntaria de 2015, como conciliadores y como mediadores a través Convivencia la asociación para la mediación y el arbitraje, colaborando con abogados y procuradores y ayudando a aliviar la carga de los juzgados.
En este sentido hemos propuesto al gobierno un procedimiento pre concursal que ayude a hacer frente al previsible aumento de los procesos de insolvencia que provocara la crisis sanitaria.
De esta forma, registros y registradores, hacen posible con su esfuerzo que España sea conocida por tener una Institución registral fiable que dota de confianza a los inversores y protege a los ciudadanos.
