Así lo ha destacado el presidente del Parlamento regional, Jesús Fernández Vaquero, durante un acto en el que, emocionados, han estado presentes su viuda, Margarita, que ha recibido una placa de agradecimiento en memoria de Sánchez-Beato, y los belenistas que le ayudaron en la realización de esta obra y que ahora se encargarán de acabarla.
Fernández Vaquero ha señalado que aunque una grave enfermedad acabó con la vida del belenista hace unos meses, la institución y sus trabajadores, así como su familia y las personas que han colaborado con él, han querido mostrar el belén en el punto en el que él lo dejó. Ahora será el AMPA y el colegio Alfonso VI de Toledo, donde era profesor, los que terminarán el belén.
El presidente de las Cortes ha destacado las “verdaderas maravillas” que salían de las manos de José García Sánchez-Beato, una persona “buena en el más amplio sentido de la palabra y un artista”, ha finalizado, confiando en que el próximo año se pueda inaugurar el belén en su totalidad una vez terminado.
La viuda de Sánchez-Beato, por su lado, ha agradecido el trabajo desinteresado de los belenistas y la ilusión que ponían, así como la relación que se ha creado con ellos, que “ha unido al grupo y ha sido fabulosa”.
El barrio, en el siglo XVII
El belén expuesto consta de una parte prácticamente acabada –que es el edificio del antiguo Convento de San Gil, donde se incluye el misterio– y de otra incompleta que recoge los trabajos desarrollados en el barrio de las Cortes hasta San Cipriano.
Basado en el siglo XVII, las figuras mezclan los vestidos y la tradición de uso de las calles de esa época con “ciertas licencias” como ocurre en la representación del misterio, donde Leonardo da Vinci es San José y el Greco un personaje que señala hacia las imágenes de San José, María y el niño Jesús.
Los edificios y figuras –que probablemente no se incrementen sino que acaben reubicándose o readaptando para respetar el trabajo realizado por Sánchez-Beato– están realizados en poliespan y poliestireno extruido, revestido con piedra natural, cementos y piedras de arcilla, todo ello envejecido con pintura. La previsión es que, cuando esté concluido, ocupe una superficie de dos metros y medio de longitud.