Así lo ha adelantado el presidente regional este viernes en Tarancón (Cuenca), desde donde ha incidido en que esta reunión, en la que habrá dirigentes de distinto signo político, busca fijar un “planteamiento común para una mejor distribución de los fondos de España que atienda a la gente donde vive”.
En la cumbre interautonómica participarán, además del jefe del Ejecutivo castellano-manchego, el presidente de Aragón, Javier Lambán; el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; y el presidente de La Rioja, Juan Ignacio Ceniceros.
Un encuentro, ha subrayado García-Page, en el que espera que se dé una imagen de “unidad” en torno al “principio de igualdad de oportunidades” que recoge la Constitución Española de 1978 y que sirva asimismo como respuesta a las tensiones generadas por el “egoísmo independentista” en torno a la definición de un modelo equitativo e igualitario para todas las comunidades autónomas.
“Una situación entiecológica”
Por otro lado y, a preguntas de los periodistas, el presidente de Castilla-La Mancha se ha referido a posibles avances en materia de política hídrica a nivel nacional que pudieran suscitar el encuentro de Zaragoza, ha informado la Junta en un comunicado.
Al respecto, el presidente regional ha reiterado su postura de que “gobierne quien gobierne” en España, mantendrá, como presidente del Ejecutivo autonómico, una postura “firme” contra el actual planteamiento del trasvase Tajo-Segura, ya que es responsable de “una situación antiecológica, injusta por definición y que está rompiendo y separando España”.
“El problema del agua es uno de los de mayor nivel de enfrentamiento en España”, ha lamentado el presidente García-Page, al mismo tiempo que ha mostrado su deseo de que “la batuta del cambio en la política del agua la dirija el Gobierno”.
En la misma línea, se ha mostrado dispuesto a “ofrecer opciones de diálogo con el Levante”, aunque, del mismo modo, ha lamentado, “al final hay gente que está pensando más en los votos que en los metros cúbicos”.
“Hay mucha gente que está pendiente de lo que pasa con restos de Franco. Me gustaría que se preocuparan del resto más lamentable de toda la estrategia de Franco que fue el trasvase Tajo-Segura. En democracia ese trasvase no habría sido posible”, ha finalizado el presidente.
