Estimada directora:
Con gran asombro y sonrojo leo el pasado viernes día 22 de mayo, el artículo de su reportera Maite Guerrero en la página 3 del semanario LANZA, refrendado por la fotografía en la portada, de la visita del presidente regional señor Page a la empresa TECNOBIT de Valdepeñas. Y conste que no es esta empresa la que me produce tales emociones, pues la tengo un profundo respeto y una gran estima; tanto por la alta cualificación de su personal, como por la innovación de sus proyectos, y su responsabilidad social. Responsabilidad que ha demostrado suficientemente durante esta pandemia, al igual que otras empresas españolas, que han sabido suplir las deficiencias de la Administración y procurarnos ese material sanitario que era tan necesario. Es lógico por tanto, que las primeras autoridades regionales den las gracias a esta empresa por su ayuda. Gesto, que, por otro lado no sé si lo ha tenido también el Gobierno con ella, y con otras empresas similares, impulsoras del Corredor Aéreo Sanitario. Agradecimiento también debido, a tantos autónomos y pymes que les ha sacado las castañas del fuego, enmendando sus picias. Alabo igualmente, la iniciativa del Sr. Martin, siempre muy oportuno y con su fina sensibilidad, de proponer la concesión del título de Hijo Adoptivo al presidente de la Compañía. Valdepeñas debe apoyar al máximo a sus empresarios, son la principal fuente de riqueza y empleo.
¿Por qué entonces mi perplejidad ante la noticia, que tan profusamente airean en las primeras páginas de su edición Valdepeñera?
Inicialmente, porque la primera visita de nuestro presidente regional a Valdepeñas no haya sido a su Hospital, no para darle las gracias a los sanitarios y a todo el personal que allí trabaja, que para eso estamos nosotros, los vecinos de la ciudad y su comarca, que diariamente con nuestras palmas, desde balcones y ventanas, les hemos demostrado, nuestro cariño, afecto y gratitud. El gobierno regional debía de haber venido a pedirles perdón y disculpas, por la falta de medios para atender a los enfermos, claramente ineficientes e inadecuados para evitar el contagio; que han colocado a ellos y a sus familias en una situación de riesgo, que en bastantes casos han tenido un fatal desenlace. Y no hubiera estado de más tampoco, haber visitado a otros colectivos de sanitarios, como veterinarios y farmacéuticos, que después de haberse ofrecido para colaborar en la pandemia, dados sus conocimientos epidemiológicos y formación específica, se les ha despreciado con irresponsable actitud, además de no dotarlos de medios, fundamentalmente a estos últimos, para realizar su labor, lo que ha propiciado numerosos contagios: 72 en Castilla- La Mancha – la región con mayor número de contagios, según el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España – y también algunos muertos, concretamente en Valdepeñas nuestro recordado Javier Santamaría. No basta con achacar estos contagios y muertes a recortes anteriores, repártanse las culpas al cincuenta por ciento, pero reconozcan sus errores y pidan perdón a estos trabajadores a los que todos debemos tanto.
En segundo lugar, las declaraciones del consejero de Sanidad, transcritas, si son ciertas, y no tengo porqué ponerlas en duda, son para enmarcar: “los datos de la región de la incidencia de la COVID19, están siendo buenos, aunque no quiso ser triunfalista”. Me permito sugerirle al Sr. Consejero que mire los datos que facilitó el Ministerio de Sanidad el día 26 de Mayo con cifras actualizadas a las 12 horas de dicho día: Tomando esa fecha como referencia, en Castilla-La Mancha teníamos 2.945 contagiados con el COVID19, un 10,86% del total nacional, cuando nuestra población representa solo un 4,31% de la misma. El número de fallecidos era de 16.992 con una tasa por cien mil habitantes del 147,25, la más alta de España, seguida de Madrid con 131 y de Cataluña con 73,46, ambas comunidades con una pirámide de población similar a la nuestra y una densidad muchísimo mayor, llegando casi el triple de la tasa española, que es del 57,20. En cuanto a la letalidad, la de Castilla-La Mancha es del 17,33, la segunda de toda Europa, solo superada por Francia con el 19,6. Sr. Fernández Sanz no nos tome por tontos o ignorantes. Estos son datos dados por el Gobierno, y aunque nos tiene acostumbrados a continuas rectificaciones, desde luego los de nuestra región no son para andarse con triunfalismos.
Para terminar Sra. Sánchez le deseo mucha suerte en este medio de información que ya ha cumplido setenta y siete años, por lo cual la felicito. Tiene un difícil trabajo, dado la propiedad de la cabecera, pero no olvide que la prensa debe estar al servicio de los administrados no de la Administración, y los administrados debemos ser críticos con nuestros políticos, aún más si cabe con aquellos partidos a los que votamos, de lo contrario en lugar de seguidores o afiliados, nos convertimos en cómplices de sus errores, alentando con nuestro silencio sus fallidas actuaciones.
Un cordial saludo