“Han sido veinte años de entrega total, absoluta, durante los que nos hemos dejado la vida y el cabello y la barba se nos han vuelto blancos, pero también de grandes satisfacciones y de saber que estamos contribuyendo al sueño” de estrechar lazos entre creadores y públicos de la “gran patria latinoamericana”, que posee una voz importante en el mundo y en la que se comparten lengua, sangre e historia, afirmó Luis Molina, director del Celcit que cumple dos décadas de intensa actividad en Almagro.
Más de 300 compañías con sus producciones han desembarcado en Almagro, además de la celebración de un gran número de talleres y encuentros, gracias a la labor durante estas dos últimas décadas del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Celcit), que se ha convertido en “la Casa de América en el corazón de la Mancha”, donde muchas compañías y creadores han preparado y estrenado sus montajes y donde han encontrado refugio en caso de salir con dificultades de sus países de origen, comentó Molina, que resaltó el trabajo en favor de la integración, hermandad y solidaridad realizado y agradeció el apoyo recibido a lo largo de esta trayectoria del Ayuntamiento de Almagro, la Diputación, la Junta, Inaem e Iberescena.
Así mismo, de forma previa a la representación de ‘La niña de Canterville’ por la compañía chilena La Mona Ilustre programada en el XVIII Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo, Molina, acompañado del alcalde de Almagro, Daniel Reina, entregó la medalla y diploma del Celcit al diario Lanza, así como a profesionales de diversos ámbitos, compañías de teatro, asociaciones y personas que han destacado por el respaldo a su trabajo enriqueciendo la oferta cultural de la localidad almagreña y la provincia.
Laura Espinar, directora de Lanza, recogió el reconocimiento del Celcit por la labor informativa de este diario en un acto en el que también fueron distinguidos El Taular Teatro, la Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia y los periodistas Celia Naharro, Ana Martín y Diego Farto, además de José Antonio Prieto como presidente del Ateneo de Almagro, María José Redondo, Amparo Bautista, María Teresa González, la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, Luz y Chema, el Festival Internacional de Vídeoarte (Fiva) y las compañías jiennense Realessa, cubana Galiano 108 y chilenas Tryo Teatro Banda, La Llave Maestra y La Mona Ilustre.
Sobre la continuidad del Celcit y el Teatro La Veleta habló el alcalde de Almagro, que confió en poder afrontar y superar los “momentos difíciles” por los que pasan, subrayó el respaldo del Consistorio a su labor y abogó por conseguir más apoyos, además de los ciudadanos, de instituciones más grandes para evitar que desaparezcan, lo cual sería un “descalabro cultural” a nivel de Almagro, la provincia y la región.
Reina destacó la transcendencia que rebasa el ámbito de Almagro de la dinámica labor de una institución “transoceánica” como el Celcit tendiendo puentes entre ambas orillas del Atlántico y contribuyendo a una vida más rica y fecunda de las personas que disfrutan de sus propuestas culturales tanto aquí como en América.
En el “vergel cultural” de Almagro, el Celcit ha sido una pieza fundamental, agregó Prieto, que recordó que el Ateneo almagreño, que el próximo año también cumplirá su vigésimo aniversario, debe en gran medida su existencia a la llegada de esta institución con Molina y Elena Schaposnik al frente.
También, en representación de los galardonados, expusieron sus agradecimientos al Celcit por los reconocimientos Javier Naharro, de los Amigos de Javier Segovia, y María Teresa González, quienes destacaron el esfuerzo de Molina y Schaposnik a los que calificaron como “ejemplos de amor y trabajo por la cultura”, además de Akaida Orozco, codirectora del Fiva, que deseó larga vida al Celcit y que pueda seguir promoviendo la conexión entre creadores latinoamericanos.