UNIÓ ESPORTIVA SARRIÀ 19 |
VESTAS BM ALARCOS CIUDAD REAL 19 |
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Pau Guitart, Antonio Moreno; Isaac Alemán, Joan Portulas (6), Gerard March (-), Juli Fina (1), Roc Segarra (-), Martí Arnau (1), Pere Arnau (4), Josep Ballester (3), Sergio García (-), Arnau Rovira (1), Adrià Serrano, Oriol Teixidor, Alberto Vicente. | Konstantinos Kotadinis, Javi de la Cruz; César Beret, Victoriano Alises (2), Gonzalo Almansa (1), Manu Díaz (2), Asier Urain (2), José Juan Serrano (1), Eloy Krook (1), Héctor González, Brian Negrete (1), Frank Cordies 5(), Sergi Mach (2), Dani Peiró (2), Carles Asensio (2). |
ÁRBITROS Hoz Hernández y Riloba Pereda. Exclusiones: Fina, Segarra (2), Pere Arnau, Mariscal; Díaz, Negrete y Asensio. González descalificado (58´). |
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PARCIALES CADA 5 MINUTOS 2-0, 3-2, 5-4, 7-6, 8-7, 10-10 (descanso); 11-10, 12-12, 14-13, 16-17, 18-18, 19-19 (final). |
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la 15ª jornada de la División de Honor Plata Masculina celebrado en el Pavelló Esportiu Sarriá. |
El Vestas BM Alarcos Ciudad Real consiguió sumar un valioso empate en su visita a tierras catalanas tras empatar ante la Unió Esportiva Sarrià en un duelo muy trabado, lleno de contactos físicos y en el que las defensas superaron claramente a a los ataques.
El choque comenzó a todo trapo con dos grandes defensas catalanas y sendos contragolpes que para sorpresa general paró Kotadinis con dos enormes intervenciones a bocajarro. No pudo frenar la tercera contra local segundos más tarde tras otra buena defensa y pese a estar sólo al principio había preocupación porque los manchegos no conseguían ni defender, a la primera que llegaron a tiempo sufrieron una exclusión, y en ataque todo era oscuridad ante una dura defensa que sumó dos exclusiones en segundos, 2-0 en el minuto cinco e incluso un siete metros marrado por Victoriano Alises.
El primer gol visitante llegó superado el minuto siete y al equipo le seguiría costando mucho anotar, pero los visitantes apretaron en defensa y evitaron que su rival cogiera más ventaja, 3-2 en el diez, o que siquiera lograra escaparse, 5-5 superado el primer cuarto de hora con las defensas y porteros imponiéndose a los ataques, y es que para entonces nadie cedía lo más mínimo y ninguno arriesgaba tampoco demasiado en ataque y el orden táctico se mantenía en todo momento.
Todo estaba muy apretado y peleado, sin que nadie consiguiera marcar el ritmo, por lo que cualquier detalle resultaba importante. Así, dos grandes intervenciones de la portería local, una en una contra sin oposición, y un siete metros transformado supusieron una nueva ventaja de dos, 8-6 a falta de seis. En el tramo final del primer período las defensas se emplearon con mayor dureza y compenetración, pero por encima de las dos estuvo la ciudadrealeña, que enjugó la diferencia con la ayuda de su portería y alcanzó los vestuarios con las tablas en el electrónico, 10-10.
Con tintes muy parecidos al anterior período se reinició el partido tras el descanso, y es que más allá del 2-0 inicial de los locales todo volvía a estar muy trabado y ajustado, con ambas en seis cero y por momentos presionantes y dos porterías quizás menos efectivas, pero seguro que muy valiosas. Una vez más al Alarcos le costó encontrar el gol y meterse en la pelea ofensiva, seis minutos tardó en hacer el primero, pero no menos cierto es que nunca se apeó de la batalla defensiva, donde mantenía una tensión digna de elogio y no dejaba que los catalanes consiguieran tantos fáciles, 13-13 en el minuto trece.
El duelo se repetía y al poco el marcador registró una primera alternancia, 14-15 tres minutos más tarde, que descolocó durante un buen rato a los locales, pues no volvieron a tomar ventaja hasta a falta de cuatro para la conclusión. La parte final del enfrentamiento fue preciosa pese a las dificultades de ambos para hacer gol,
18-18 a falta de dos y amago de tángana tras un fuerte golpe al goleador Pere Arnau que conllevó la descalificación del visitante Héctor González. Entonces con todo por decidirse marcaron los locales; pero el Alarcos enjugó rápido la mínima diferencia y se pasó a un minuto final de infarto y una última posesión catalana que se estrellaría varias veces en una defensa manchega que nunca bajó los brazos y terminó con ellos arriba rechazando un libre directo final con el reloj a cero.