El Benfica tiene una tradición desde hace años. Su mascota, Victoria, como así se llama, es un águila adiestrada que hace su particular show en el Estadio de la Luz, una de las instalaciones catalogadas de élite por la UEFA y que puede albergar a casi 65.000 espectadores. Antes de los partidos del equipo portugués, este ave rapaz sobrevuela las gradas del estadio de Lisboa para aterrizar finalmente sobre el escudo del club (sin el águila que le caracteriza) y completar así la figura.
El vuelo tiene también su parte de premonición. Si da dos vueltas alrededor del graderío antes de posarse, el Benfica ganará el partido. Si da solo una, vencerá el equipo visitante. Lo que no dice es qué sucede si Victoria no cumple en su espectáculo y, lejos de aterrizar en el escudo, aletea hacia el exterior del Estadio sin rumbo fijo, como ya ha ocurrido en alguna ocasión, en la que permaneció muchas horas desaparecidas.
Posiblemente durante este tiempo, Victoria estaría volando muy lejos de la localidad ciudarrealeña de Miguelturra. Pero ahora mismo, el Benfica, un club con 400.000 socios, con dos Copas de Europa, 36 Ligas y 26 Copas Portugal en su palmarés, está muy cerca de ella, con un lazo de unión que ha surgido en esta temporada: la Escuela de Fútbol Internacional Benfica-Miguelturra.
Los fundadores de este proyecto son dos amantes del fútbol, Ramón Fernández Espinosa y Fernando de Miguel Arévalo, que han puesto en funcionamiento en Miguelturra la tercera Escuela del Benfica en España, tras las ya existentes anteriormente en Badajoz y Jaén. “Nos conocimos hace tres años en un Máster de preparación física y dirección de cantera. El proyecto empieza ahí. Allí hay contactos, nos hablan de que hay equipos extranjeros interesados en abrir escuelas aquí en España. Nos pusimos en contacto con Benfica y Juventus. Estudiamos el fútbol base de cada uno y nos decantamos por Benfica, que estaba dispuesto a abrir. El club nos pidió un proyecto y los currículums, fue rápido y cerramos el acuerdo”, explica el ex jugador y entrenador Ramón Fernández, natural de Calzada y que eligió por su experiencia la localidad de Miguelturra tras entrenar a los juveniles del ‘Reño’. “Ví que el Municipal no era apenas utilizado y podía ser el sitio idóneo para nosotros”, dice, aunque a lo largo de esta temporada el mal estado del césped natural ha limitado el uso de la instalación con los problemas pertinentes.
En el primer año de existencia se han cumplido bien las expectativas, con un total de 70 niños de entre cuatro y quince años, divididos en grupo que entrenan principalmente en Miguelturra, pero también alguno en Calzada, Poblete y Ciudad Real. “Teniendo en cuenta que empezamos en octubre-noviembre, cuando las escuelas están formadas y los chicos están ubicados, para nosotros es suficiente. No espérabamos, incluso, tanta afluencia y creo que la idea ha calado fundamentalmente en los niños, pero también en los padres”. Además, al comenzar tarde, un hándicap para la escuela ha sido que sus participantes este año no han podido inscribirse en la competición escolar, es decir, no pueden competir ante otros equipos y escuelas. “El primer año es difícil formar equipos completos. Hemos hecho grupos con edades cercanas. El mayor es el de los pequeños, el que más nos llama para trabajar la metodología desde edades tempranas”.
A falta de esa competición, sí que se organizan algunos fines de semana una jornada propia para que los jóvenes futbolistas disfruten. Para el año que viene la Escuela Benfica-Miguelturra sí que estará en el Campeonato Escolar y, si es posible, con chicas, algo que se ha echado en falta en el presente curso.
La Escuela sigue de forma fiel la metodología de cantera del Benfica, la que el club extiende a todas las escuelas con su marca existentes en el mundo. “Ellos tienen una persona que creó esta metodología: Fuentesanta. Él, junto con su grupo de colaboradores, nos da la formación a nosotros y en cada escuela hay directores y coordinadores que la ponen en práctica con los niños. Hay un contínuo feed-back diario a través del correo electrónico, con algunas reuniones y visitas”, cuenta Ramón Fernández, que expone como principal característica que “es un trabajo basado en el juego, el entendimiento del fútbol y de los conceptos a través del juego. Todo va unido: la parte física, táctica… Creo que les está yendo bastante bien”.
Desarrollo formativo
Además de la parte deportiva, otro aspecto importante que se tiene en cuenta es la parte formativa, por lo que a lo largo de los cursos se van a organizar ponencias de diferentes ámbitos. El pasado mes, por ejemplo, además de presentar la página web oficial (http://www.efbenfica-miguelturra.com/), también se desarrolló una Charla-Coloquio dirigida a los padres bajo el título: ‘Expectativas en el fútbol infantil. ¿Cosas de padres o hijos?’ “Queríamos que entendieran el rol del padre con la Escuela y con sus hijos. La hice yo mismo y fue positiva. Seguiremos con otras más desde el ámbito nutricional, preparación física, táctico…”.
Los jóvenes participantes también tendrán, posiblemente en este mes de mayo, un premio muy motivante. Benfica invita a cada escuela a un partido para que los niños puedan ver al primer equipo. Además, también hay un cierre de escuelas y para todas aquellas que puedan acudir a Lisboa sus niños podrán jugar partidos en pequeños campos montados sobre el césped del grandioso Estadio de la Luz. “Está programado que vayamos este año y estamos en la organización para el 19-20 de mayo. Intentaremos ir con los grupos que podamos para que puedan jugar”, dijo Ramón.
Todo este proyecto pertenece a un Benfica que impone su marca y que se ha convertido en un modelo de apuesta por los canteranos en su primer equipo, en donde muchos explotan, toman valor y son vendidos a un buen precio, casos conocidos en los últimos años de André Gomes, Joao Cancelo, Ivan Cavaleiro, Bernardo Silva, Renato Sanches o Gonzalo Guedes. Aquí, en Migueltura y en sus escuelas, el ‘club del águila’ espera abarcar todavía más un mercado internacional a la búsqueda de jóvenes talentos que puedan crecer en el fútbol dentro de su cantera, cuyo lema es ‘la actitud, la pasión, la ambición son formas de ser que los deportistas del Benfica deben demostrar y alimentar todos los días dentro y fuera del terreno”. La frase está impresa en grandes letras rojas sobre una de las blancas paredes de la Ciudad Deportiva del club lisboeta. Y esa frase está ahora presente en Miguelturra con algún choque, también hay que apuntarlo, con la Escuela Municipal de la localidad. “Sí que hubo problemas. Tuvimos que explicar que nacíamos con el objetivo de dar un servicio a los niños y que es una opción más que existe para elegir”, concluyó Ramón Fernández.